Dientes de Princesa / Luis Silva

Columnistas, Opinión

Para llegar al espectacular y precioso lugar, denominado antiguamente «Dientes de Princesa, desde la ciudad de Ambato, se toma la carretera Panamericana Norte, se sigue por el paso lateral Latacunga Salcedo, hasta encontrar un aviso que indica la ruta, que conduce a la ciudad de Pujill, luego continua hasta parroquia de Zumbagua, para arribar a la Laguna del Quilotoa.

En el trayecto se encuentra Tigua, población que permite observar aberturas de la superficie terrestre, causadas por las terribles erupciones de tipo peleano, que también origino impresionantes picachos alrededor del cráter y una gigantesca caldera, donde se configuro una impresionante y hermosa laguna.

Debido a los picachos, los incas denominaron al volcán Quirotoa, que traducido al idioma español, significa «Dientes de Princesa». Posteriormente, el constante hablar del pueblo, cambio la letra r por la l, pronunciando Quilotoa, como hoy se lo conoce.

Se llega en un transporte hasta la cumbre, que avanza hasta los 3.980 metros sobre el nivel del mar. Todo el asombroso paraje, que muestra la laguna y los restos de lo que fue uno de los altos volcanes de la Cordillera Occidental de los Andes, se mira espectacularmente.

La laguna, de aproximadamente tres kilómetros de diámetro, se estableció hace muchísimos años atrás, cuando se produjo las violentas erupciones explosivas, El agua, es salada y de color verde, que contrasta con el color blanco de una faja de cloruro de sodio, que se halla alrededor del nivel de las aguas.

Una de las caminatas agradables, que es posible realizar en El Quilotoa, es alrededor del cráter. El tiempo que se demora es de cuatro a cinco horas, pero lo que compensa tan largo recorrido, es la variedad de preciosos y fascinantes paisajes que se admira, desde «Los Dientes de Princesa».

Los fabulosos picachos que contemplara son, primero El Pungoloma, luego La Torre, que según comentan los nativos, fue construido por Los Incas como mirador; el tercero, se llama Yanasigui, luego aparece El Jundi, El Anchi y El Chaupi Guayana, sigue los denominados Arenal Grande, El Jandaloma, El Mlliguana, El Jatunpungo y El Jataló, Todos de una encantadora belleza.

Desde varios lugares del sendero, se puede disfrutar de un paisaje inolvidable del Ecuador que debemos conocer. (O)

Deja una respuesta