El hermoso páramo del Antisana / Luis Alfredo Silva Zambrano

Columnistas, Opinión

El día Sábado 12 de Marzo del 2.022, fuí invitado a visitar el hermoso páramo del Antisana. Luego de 17 años de haber dejado de practicar, mi afición de ser andinista de media montaña y excursionista; acepté la invitación, que vino de parte de mis hijos y nietos. Creí, que por mi edad y mi operación del corazón, me sentiría mal, pero me equivoqué, pasé bien y en mi ambiente; la maravillosa naturaleza.

El Antisana, es un volcán, de La Cordillera Oriental de los Andes, que es difícii observarlo, ya que la mayor parte del año pasa nublado. En una ocasión, cuando hacíamos turismo, pude contemplar el volcán, desde «El Páramo de la Virgen», que se encuentra junto a la carretera Quito Papallacta.

Es una imponente montaña, que ocupa un gran espacio. Sus cumbres más altas son La Central de 5,705 metros de altitud, y La Meridional de 5.570. Presenta sus laderas erosionadas y el entorno, lleno de cenizas, rocas basálticas y materiales piroclásticos.

Si desea visitar el fabuloso Páramo del Antisana, ingrese a La Reserva Ecológica Antisana, por la vía que conduce a la parroquia quiteña de Pintag. Atraviese la población, y continúe por un camino bordeado de rocas volcánicas y algunos cultivos de árboles de pino; sigue por una carretera, para arribar al control de ingreso.

Unos breves minutos de recorrido, y admirará, un extenso y fascinante páramo, rodeado de impresionantes montañas, de bellas cumbres, que forman un espectacular y asombroso horizonte. En el trayecto, podrá ver manadas de venados, y algunas aves que vuelan por el cielo del apacible lugar.

Avanza por la ruta, hasta llegar a la encantadora Laguna de La Mica, de gran belleza y extensión. Lo que viene, es una agradable caminata, por un sendero que se abre, entre pajonales, plantas de chuquirahua, esterillas y almohadones, típica vegetación de páramo.

Respirando aire puro, por un verde y maravilloso páramo, a 4.000 metros, sobre el nivel del mar, llega a un mirador, al borde de la laguna, para ver su encantadora belleza, enorme tamaño y atractiva biodiversidad.

En la reserva a más de La Laguna La Mica, estan las Lagunas denominadas Muerte Pungu y Secas. En la ladera de esta última, se ha construído una preciosa casita de piedra y madera, llamada El Galope, que nos permitió descansar, abrigados por el calor de la leña, que arde en una gran chimenea.

Fuera de la casa, existe un horno y asadero, para preparar comida al horno o realizar un sabroso asado. También tiene, algunas camas, para un cómodo alojamiento, junto a sus seres queridos, que recordaran esos momentos inolvidables. (O)

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