Un viaje por la carretera Insular / Luis Alfredo Silva

Columnistas, Opinión


PROVINCIA DE GALÁPAGOS. Tres islas de la provincia poseen vías; La Isla Isabela, con una que va de Puerto Villamil a la parroquia Tomás de Berlanga; La Isla San Cristóbal, que une Puerto Baquerizo Moreno con la parroquia de Progreso; y, La Isla Santa Cruz, con una carretera que va desde El Canal de ltabaca hasta Puerto Ayora, esta última es la que recorrimos.

Para ir a la provincia de Galápagos, se urilizan dos vías la marítima y la aérea, la mayor parte usa la aérea que conduce a La Isla Baltra, donde esta el principal aeropuerto de Las Islas Galápagos.

La Isla Baltra es un su totalidad árida, llena de rocas volcánicas, donde esporádicamente asoman arbustos de palo santo, espino verde y cactus. En esta isla, junto al areopuerto, rxiste una edificación hecha de rocas y madera, que sirve de oficina, sala de espera y venta de souvenir.

Mediante un transporte, se atraviesa la zona militarizada y se llega, luego de un breve recorrido, a El Canal de ltabaca, que separa La Isla Baltra de La Isla Santa Cruz; ahí se inicia la carretera insular, de 42 kilómetros de longitud.

En el trayecto, en el horizonte terrestre, se contempla aproximadamente en el centro de la isla, El Cerro Croker y El Cerro Colorado, en el este. En el mar, al sur, se observan claramente Las Islas Daphne, al noroeste de La Isla Baltra; una que semeja un volcán y otra, más pequeña, que constituye un gran promontorio rocoso.

En el horizonte marino, se aprecia, a simple vista, las siluetas de tas Islas Pinzón, al aste de La isla Santa Cruz; La Rábida y la más grande de todas, La Santiago o San Salvador,al noroeste. Es un espectáculo natural muy hermoso.

En algunos sectores, junto al mar de La Isla Santa Cruz, crece el mangle, pero lo que predomina, en la zona baJa de la isla, es el palo santo que origina un tupido bosque, de árboles de abundantes ramas de color gris claro, sobre un terreno de rocas volcánicas.

Conforme se va ascendiendo, la vegetación cambia, el entorno se vuelve intensamente verde y aparece un asombroso bosque de scalacias; árboles de tallo largo y delgado, que termina conformando con sus hojas, un ejemplar muy coposo; todo es diferente y

bello.

A pocos kilómetros de Puerto Ayora, esta la parroquia de Bellavista; sus pequeñas casitas estan rodeadas de una exuberantevegetación. Se transita un pequeño trayecto y se llega a Puerto Ayora; una simpática población, que se levanta airosa al sur de La Isla Santa Cruz, junto a la espectacular e impresionante Bahía Academy, donde se admira mulicolores yates y barcos de todo elmundo. (O)

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