El dinero informal impide crecimiento / John Tello Jara

Columnistas, Opinión

Para mi primer emprendimiento acudí a solicitar un crédito en una Cooperativa de Ahorro y Crédito (en ese momento vivía en Quito) debe ser unos 30 años aproximadamente; se trató de una comercializadora de crema dental.

Recuerdo que me pidieron un encaje del cinco por uno y me solicitaron un garante que tuviera casa propia, a más del rol de pagos de la empresa en la que trabajaba; cumplir con todos los requisitos no era tarea fácil, más aún cuando las instituciones no confían en la juventud y no contamos con activos que demuestren la solvencia económica.

Había otra alternativa de financiamiento que consistía en acudir a “prestamistas” quienes entregaban el dinero rápidamente, sin tantos trámites, pero con alguna prenda o si el monto no era tan alto se firmaba una letra de cambio o pagaré.

En este proceso consulté la tasa de interés y me quedé sorprendido cuando me dijeron que apenas llegaba al 10%; en efecto ese porcentaje (menor al de instituciones financiera, que en aquel entonces llegaba al 40% o 50%) me llamó la atención, pero me desconsolé al saber que la tasa era mensual.

Cuantas personas en estos momentos que atravesamos crisis económica ya sea por el COVID, o por la falta de trabajo, en su afán desesperado de financiar su actividad empresarial acuden a los conocidos “prestamistas” o “chulqueros” quienes imponen la regla del manejo de la tasa de interés en un tiempo fijado en días y, al no conocer sobre finanzas básicas, nos dejamos convencer de que son la mejor alternativa, cuando en realidad se convierten en el inicio del fracaso.

Si me prestan al 1% diario, significa que en el año estaré cancelando una tasa de interés del 360%, valor demasiado alto respecto a la tasa de un banco o cooperativa (que llega al 15%, 20%, hasta 28% dependiendo el objeto del crédito).

Solicitar la asesoría de una persona que conozca sobre finanzas elementales, es necesario para iniciar un negocio, más en estas fechas donde existe mucha gente que engaña a incautos entregando créditos informales que impiden nuestro crecimiento. (O)

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