El Día Mundial Sin Tabaco

Columnistas, Opinión


El 31 de mayo de cada año se conmemora el Día Mundial Sin Tabaco y se recuerda a la gente acerca de los peligros que supone el consumo de tabaco, y las prácticas comerciales de las empresas.

Las cifras son tan alarmantes, son más de 6 millones de muertes anuales, enfermedades devastadoras como el cáncer de pulmón; faringe y laringe, y una industria que sigue reinventándose para atraer a nuevos consumidores, especialmente jóvenes.

En este contexto, surgieron a principios de los 2000 los cigarrillos electrónicos, o vapeadores, presentados como una alternativa “menos dañina” al tabaco tradicional. Su mecanismo, prácticamente basado en calentar una solución líquida con nicotina en lugar de quemar tabaco, prometía una reducción significativa de las sustancias tóxicas. Campañas de marketing coloridas, sabores atractivos y la percepción de ser un producto inofensivo han contribuido a la popularización del vapeo incluso entre personas que nunca fumaron.

Si bien el vapeo se ha presentado como una alternativa al tabaquismo tradicional , es fundamental reconocer que no está exento de riesgos y peligros significativos para la salud.

Ambos son adictivos, pueden generar problemas cardiovasculares, afectan el desarrollo cerebral y la función cognitiva. Asimismo, contribuyen a la contaminación ambiental.

El Día Mundial Sin Tabaco no debe ser solo un recordatorio, sino un llamado a la acción. (O)

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