Comercialización campesina / Editorial
Los productos que llegan del campo a la ciudad deben encontrar lugares adecuados para su venta. Los mercados y las plazas son los espacios llamados a reunir a vendedores y compradores de productos campesinos. Cuando se interrumpe el circuito del campo a la ciudad y los mercados reúnen a escasos compradores o vendedores existe desabastecimiento, los ingresos de los vendedores bajan y, en no pocas ocasiones, los precios se elevan aumentando los costos para los compradores.
Desde hace algún tiempo están debilitadas las líneas de comercialización de productos agrícolas provenientes del campo. El mercado mayorista ha perdido su carácter, los productos importados aislan a los locales, las plazas y los mercados tienen menos concurrencia que en el pasado.
Son positivas las iniciativas de desarrollar mercados interparroquiales como el de Chibuleo. Sin necesidad de trasladar los productos a la ciudad, pueden comercializarse en lugares cercanos a donde se producen. (O)
