Violencia, muerte y miedo latente / Editorial

Editorial

Los casos de violencia intrafamiliar han aumentado en Ambato y la provincia de Tungurahua, donde, cada día se escuchan acciones negativas que atentan a la integridad física contra la mujer, con insultos, golpes y hasta acciones de femicidios; las cifras se elevan cada semana. 

  Lastimosamente, tomando el caso de María Belén Bernal, abogada, quien fuera encontrada ayer, tras ser asesinada, luego de estar desaparecida en una escuela de policía de nuestro país, evidencia así, la degradación humana a la que, como sociedad, estamos llegando, donde ni las propias autoridades pueden evitar actos inhumanos.  

  Mujeres violentadas, incluso, agredidas con artefactos propios del hogar, por parte de sus convivientes sean esposos o novios, muestran escenarios apocalípticos para el sexo femenino que, últimamente, está siendo abusado por parte de cierto grupo de hombres sin moral y pudor, actuando sin pensar por efectos y uso de sustancias ilícitas en su cuerpo o, por simple machismo, algo que ,como sociedad conservadora, se repudia y no se justifica.  

   En buena hora, muchas mujeres están acudiendo a la Fiscalía General del Estado para denunciar este tipo de agresiones físicas y psicológicas, ya que, al callar y no hacer nada la violencia sigue como un patrón de conducta “normal”, cuando esto no es así; la persona violenta debe ser castigada con todo el peso de la ley de una buena vez por todas. ¡Ya basta de tanto atropello contra la mujer!  (O)

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