Destrucción a bienes públicos / Editorial

Editorial

    Lastimosamente, malos ciudadanos, con el ánimo de generar vandalismo y no tener respeto por las obras municipales, han cometido delitos de destrucción y robo a bienes públicos en espacios de la urbe ambateña.

    Robo de luces, destrucción de piletas, saqueo de luminarias, entre otras, son la tónica diaria que, ciertos antisociales, optan por dejar una estética pobre a la imagen de lo que una ciudad no es y no representa.

   Pese a que las obras en diversos barrios y sectores son prioritarias, las mismas han sido condicionadas por estos vándalos que, por el ánimo de generar opinión negativa en la prensa, son gente sin escrúpulos y sin conciencia ciudadana.  

   Se espera que la ciudadanía denuncie estos actos reprochables, ya que, a veces, al ser tan evidentes, por miedo a represalias, la gente prefiere callar y no avisar; esto debe ser erradicado cuanto antes. La inversión de estas obras pasa los miles de dólares y no es justo que por culpa de unos cuantos la ciudadanía deba pagar estas fechorías ajenas. (O)

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