DUELO PATOLÓGICO / Dr. Guillermo Bastidas Tello

Columnistas, Opinión
  • Son las dificultades para aceptar la muerte de un ser querido o la impresión de no poder creer que haya fallecido.
  • En el duelo patológico los sentimientos predominantes son de soledad, depresión y de mucha tristeza. Es frecuente la irritabilidad, sentimientos de culpa que pueden ser intensas a pesar del paso del tiempo.
  • Estos sentimientos comienzan a ser un obstáculo cuando la persona siente que si empieza a sentirlos no va a poder controlarla. Por esa razón, empieza a evitar todo aquello que le recuerde a la persona fallecida como por ejemplo acomodar la ropa, fotos o bien incluso negación para hablar sobre el sujeto amado. En otros casos, hay personas que se mantienen en silencio porque piensan que los demás podrían sentirse muy incómodos y no comparten sus sentimientos de dolor frente al sufrimiento.
  • Quien sufre de duelo patológico presenta recuerdos o imágenes intrusivas acerca de la persona, de las circunstancias en que falleció, o bien sobre el cuerpo de la persona fallecida que le impiden vivir la vida.
  • Muchas veces tienen sueños placenteros o pensamientos positivos acerca del ser querido. A veces se observa una tendencia a atesorar estos recuerdos positivos hasta tal punto que la persona no puede continuar con su vida.
  • Sienten deseos de buscar o tener aspiraciones intensas de encontrarse con la persona fallecida o buscar los lugares en los que solían verse, o hacer las cosas que solían compartir.
  • Algunas personas evitan aquellas cosas que le puedan recordar al ser querido, a la muerte.
  • Sienten  que ya no comparten con esa persona, despertándole marcados sentimientos de soledad. Con la pérdida de un ser querido la vida diaria cambia inevitablemente.
  • Sentirse aislado o distante respecto de sus familiares o amigos.
  • Volverse más desconfiado luego de la muerte de una persona cercana.
  • Por momentos sentir que ve o escucha a la persona que murió.
  • Culparse por no haber hecho lo suficiente para impedir la muerte o no haberlo ayudado o acompañado lo suficiente.
  • Para otras personas mantener los sentimientos de tristeza significa poder estar más cerca de la persona fallecida y el dejar de hacerlo podría resultar en una pérdida definitiva del vínculo. En otros casos, continuar con la vida de uno mismo puede disparar los sentimientos de estar abandonando o traicionando a la persona querida,

Estimado lector hay que visitar a un profesional de Salud Mental si su duelo se vuelve muy doloroso y patológico.

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