Dolor y tranquilidad tras llegada de cuerpos

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Policías bajan del avión los cuerpos de los periodistas ecuatorianos. (Foto EFE)

Quito, (EFE).- Una mezcla de dolor y la tranquilidad marcó ayer la llegada a Ecuador de los cuerpos del equipo de prensa del diario El Comercio, secuestrado en marzo pasado en la zona fronteriza y asesinado por disidencias de las FARC en cautiverio en Colombia.

Los cuerpos llegaron en un avión de la Fuerza Aérea Ecuatoriana, al que camiones cisterna apostados en la pista del aeropuerto «Mariscal Sucre», recibieron con arcos de agua antes de que policías extrajeran los tres ataúdes cobijados con la bandera de Ecuador.

Mientras, en la pista, familiares y amigos de Javier Ortega (periodista), Paúl Rivas (fotógrafo) y Efraín Segarra (conductor) se fundieron en abrazos y lágrimas portando en sus manos fotos de sus parientes, carteles, flores y la bandera de Ecuador.

Tras su llegada junto con los cadáveres, Ricardo Rivas, hermano del fotógrafo asesinado, dijo que es «tranquilizador» tener los cuerpos en el país, pero «también muy emotivo, lleno de sensaciones, cosas encontradas, (es) muy doloroso».

Insistió en que es importante «saber que después de noventa días (los cuerpos de sus parientes) pudieron regresar y pudieron estar tranquilos donde pertenecen», pero apuntó que no descansarán hasta que se «transparente la verdad, se llegue a la justicia y la no impunidad».

El canciller ecuatoriano, José Valencia, presente en el aeropuerto, reiteró a nombre del Gobierno las condolencias ante las familias del equipo de prensa que fue secuestrado en la provincia de Esmeraldas, fronteriza con Colombia, hasta donde se desplazó para recabar información sobre la crisis de seguridad en la zona.

El velatorio tendrá lugar el jueves en la Iglesia La Dolorosa, en el centro norte de Quito, antes de que el viernes a las 10.00 hora local (15.00 GMT) se celebre una misa funeral en cuerpo presente antes del sepelio en el Memorial Necrópoli. (I)

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