DICIEMBRE: SE DISPARA EL CONSUMO…. ¡Y SE SUBE DE PESO! / Edison Narváez Z.

Columnistas, Opinión

Llegó diciembre y el consumo alcanza su máxima expresión, de hecho, el gasto familiar se dispara de una manera incontenible e irresponsable. Celebrar la Navidad y el Fin de Año se ha posicionado en la mente de la gente como fechas obligadas para hacer compras desmedidas, e incluso nos olvidamos de los precios altos; más aún el Marketing se aprovecha de este deseo incontenible de la gente por comprar para inducirnos al gasto, y de una manera sumisa ante el bombardeo publicitario y promocional satisfacemos el ansia desaforada del Consumo.

Padres de familia sometidos a la presión de los hijos, no les queda otra alternativa que demostrar lo mucho que les quieren comprándoles regalos y juguetes, los amigos deben demostrar su amistad a través de la entrega de regalos, pues ya no es suficiente una sonrisa o un abrazo.

En este entorno hasta la creatividad de la gente se va perdiendo, de hecho, hace algunos años los jóvenes eran más creativos para organizar los eventos de la Navidad y Fin de año, hoy se ha perdido notablemente esa creatividad, evidentemente cada vez somos más materialistas para celebrar estas fiestas con su verdadero significado.

Ciertamente que la globalización poco a poco ha impuesto lo que denominamos la “Sociedad Consumista”, en donde el Marketing es el motor que mueve a esta generación de compradores compulsivos. No importa que aún no nos paguen el Décimo Tercero, pues en esta época una de las herramientas que más se utilizan para satisfacer la ansiedad de compra es el dinero plástico (tarjetas de crédito), que viene a ser una especie de identificación solvente para el individuo y hasta nos sube el ego; no obstante, quienes no tienen la capacidad de administrar sus ingresos y de auto controlar sus impulsos, corren el riesgo de adquirir un endeudamiento extremo con las subsiguientes consecuencias.

Estimados lectores, es menester considerar atentamente que la tarjeta  de Crédito es un mecanismo de pago, es decir lo que se adquiere y se difiere con ésta se convierte en deuda con carga financiera, dicho de otra manera la tarjeta de crédito sólo permite prolongar la obligación, peor aún si el comprador compulsivo se demora en pagar esa deuda, pues deberá asumir más carga financiera (interés); en tal virtud es muy importante que aprendamos a manejar la Tarjeta de Crédito, considerando por ejemplo que la utilización de ésta herramienta de pago es recomendable cuando se va a cancelar el consumo de bienes perecibles en el mediano plazo y que no son parte del gasto corriente. Si en este diciembre usted consume irresponsablemente y difiere el gasto corriente, lo más probable que en el 2023 lo esté lamentando: Tener que pagar la carga financiera…. y tener que bajar de peso.

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