Diablada Pillareña rompe fronteras y gana reconocimiento 

Interculturalidad

Tungurahua cultural y gastronómica gano espacio en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) que se desarrolló en Madrid, España. La Diablada Pillareña y el llapingacho ambateño cautivaron en Europa. El éxito alcanzado en el campo turístico es el resultado de la comunión de ideas e iniciativas. 

La Diablada Pillareña formó parte de la delegación tungurahuense y ecuatoriana que asistió a Fitur y estuvo integrada por Italo Espín de la Casa Cultural Pacto de Píllaro; Jair Jácome del proceso Diablada Infantil y Alexandra Lalaleo del grupo La Gallada. 

“El mero hecho de ser personas que somos partícipes de las fiestas pillareñas nos llena de emociones y en el momento de saltar a escena hubo energía y sinergia con la gente que se contagió de la alegría”, expresa Ítalo Espín; y “sabíamos que teníamos que salir a escena con el shungo y la sangre de la fiesta, era espontáneo y eran los quince minutos o 10 más importantes de nuestras vidas”. 

Y sigue, “agradecemos a los artistas locales como la Banda Niña María, que facilitó la música grabada en tres momentos. Una permitía hacer la demostración y enganchar a la gente. Tuvimos 30 segundos para respirar un poco de la emoción y compartir los sonidos simbólicos de la diablada como achachay, atatay e ir interactuando con el público”. 

El relato continúa, “luego vino el momento más fuerte, donde se hizo participar al público. La gente que nos estaba viendo, les hicimos bailar. Llenamos el escenario y estaban encantados de bailar con nosotros; luego vino el nuevo descanso de 30 segundos. Para terminar con uno de los himnos emblemáticos para Píllaro, Tungurahua y el país: Píllaro viejo”. 

“Allí estuvieron amigos, migrantes pillareños y tungurahuenses que al escuchar la música y al vernos bailar prácticamente estuvieron al borde de las lágrimas…fue muy lindo para nosotros y de hecho la generosidad de los coterráneos fue evidente y nos llevaron a una comidita en sus humildes hogares”, recuerda. 

Y añade en su narración, “luego que salíamos de escena, la gente prácticamente a los jalones nos llevaba para fotografías o entrevistas es lo bonito del trabajo, pero también debemos decir y que entiendan que fue agotador y que gracias a la gestión de Danilo, las actividades seguían después de la feria. Estuvimos al tope”.

Las emociones y la satisfacción del trabajo realizado en Madrid se exteriorizaron en el acto de reconocimiento a la delegación tungurahuense. Danilo Aróstegui, coordinador del Comité Provincial de Turismo, en  un monólogo compartió el diálogo que mantuvo con Ítalo Espín, “rompiendo el formalismo podemos contar esas historias…le decía, pero ya se puso la primera canción y decía saca a la gente a bailar y me dijo a ver…a ver…el que sabe de la fiesta soy yo (momento que surgió las sonrisas en el público presente)… a ver cuenta. Amigo deja que primero nos vean los trajes, la máscara, los movimientos; y, luego les hacemos bailar (expresó Ítalo) y posteriormente vino la tercera canción que llega al shungo (corazón), Píllaro Viejo”.

Las anécdotas y experiencias fueron expresadas por los integrantes de la delegación tungurahuense que se incorporó en el grupo ecuatoriano liderado por el Ministerio de Turismo. El reconocimiento y las felicitaciones estuvieron presentes. La Diablada Pillareña nuevamente llenó de alegría al público que asistió al auditorio del Gobierno Provincial, el dos de febrero. (I) 

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