DESTITUCIÓN DE UN MANDATARIO/Dr. Guillermo Bastidas Tello

Columnistas, Opinión


Desde que el divorcio y la separación de las parejas, son parte de la democracia y del buen vivir, entonces la destitución de un mandatario es pan comido en barriga hambrienta y en politiqueros sapos.
De paso, es importante que aclare que el actual mandatario no es Santo de mi devoción, ni gurú de mis inspiraciones; sin embargo, el voto el pueblo ecuatoriano lo favoreció y entonces hay que respetar la voluntad ciudadana.
Pero claro el conejo y el burro hablando de orejas: que la narcopolítica, que la corrupción, que los banqueros, que los malos funcionarios, que la demagogia, que las visitas a los hospitales, sin soluciones concretas, sino solo visitas. Qué alguien me explique….
El numeral 2 del artículo 130 de la Constitución sobre las situaciones en que la Asamblea Nacional podría destituir al presidente Guillermo Lasso. Se trata cuando hay una “grave crisis política y conmoción interna”.
Ahora, protestas, paralizaciones, delincuencia, crisis carcelaria, una violación sistemática de derechos constitucionales, crisis institucional, ya casi nadie cree en el Ejecutivo, en la Asamblea, en temas de seguridad igual estamos en zozobra.
¿Entonces qué hacer? leer los antecedentes del decreto presidencial que establece el estado de excepción para comprender que se vive un momento de “grave crisis política y conmoción interna”, justificativo para que la Asamblea Nacional impulse la “muerte cruzada”, es decir, la destitución del presidente”.
En caso de que la Asamblea Nacional opte por esta causal, el camino a seguir es este: en un plazo de 72 horas, concluido el procedimiento establecido en la ley, el Legislativo debe resolver con base en las pruebas de descargo presentadas por el Ejecutivo. Es decir, el presidente acude a la Asamblea a defenderse.
Si esta resolución es la destitución, se requiere del voto favorable de las dos terceras partes de los asambleístas, esto es, 92 votos. De completarlos, es el vicepresidente quien asume la Presidencia temporalmente y en un plazo máximo de siete días de publicada esa destitución, el Consejo Nacional Electoral (CNE) convoca a elecciones anticipadas tanto legislativas como presidenciales para el resto de los periodos, es decir, hasta mayo del 2025.
Pero, que soluciona todo este maremagno o PANEM ET CIRCENSES, mejorará la grave situación del país, mejorará el sistema educativo, el sistema laboral, la inseguridad ciudadana………Lo siento estimado lector estos cambios solo solucionan el bolsillo de los politiqueros y demagogos.

Deja una respuesta