Descarga eléctrica acabó con su vida
Javier LL., tenía apenas 19 años de edad y trabajaba en la construcción, pero también se dedicaba a pintar fachadas y su vida se apagó durante su jornada laboral, la mañana de ayer.
El joven estaba soltero y llegó desde Simiatug de la provincia de Bolívar para radicarse hace cinco años en la parroquia de Santa Rosa en Ambato. Aquí vivía con su familia.
Sin embargo, hace dos días llegó a San José de Puñachizag del cantón Quero, para trabajar en el mantenimiento y pintura de la fachada de la iglesia ‘Santuario de San José’ de la zona.
En los exteriores del templo se armó un andamio de aproximadamente 10 metros de altura, el objetivo era continuar con la pintura de la fachada.
El joven subió hasta cerca de la cruz del templo, pero por el lugar cruzaban varios cables de alta tensión, al observar lo dicho, trató de cubrirlos con una cobija para de esta forma continuar con su trabajo; sin embargo, la “idea” fue mortal, ya que recibió una descarga eléctrica que lo dejó sin vida inmediatamente.
Su cuerpo quedó colgado entre los cables y el andamio, pero sus compañeros al observar la situación, decidieron llevarlo al piso.
Inmediatamente, llamaron a las unidades de socorro, cuyo personal llegó para entregarle los primeros auxilios, pero el joven ya no respondía. Aquí se declaró sin signos vitales.
Agentes de la Dirección de delitos contra la vida (Dinased) llegaron al sitio para realizar el levantamiento del cuerpo, el cual fue enviado al Centro de Investigación Forense para la autopsia de ley.
El suceso causó asombro en los moradores del lugar, mismos que se enteraron de la situación y llamaron a los familiares del infortunado.
Mientras que, la policía conoció de la situación e indicó que la acción cometida por el joven al querer tapar o cubrir los cables de alta tensión con una colcha para evitar la descarga, fue una mala idea, ya que la tela no es aislante de energía. (I)
