Dependendientes de los hidrocarburos / Mauricio Calle Naranjo

Columnistas, Opinión

Una lección que el país debe aprender luego del paro nacional, es el nivel de dependencia que tiene la ciudadanía por los hidrocarburos, muchas ciudades sufrieron desabastecimiento y no les quedó otra opción que detener su economía. Comúnmente las personas solo en discurso se preocupan de la contaminación ambiental, sin embargo, en la cotidianidad estos compuestos son usados en diversas tareas sin importar las repercusiones ambientales, de esta forma se omite el conocimiento científico existente que nos alerta acerca de la polución provocada por estos productos.

El uso de combustibles fósiles, aún sigue en debate, por lo tanto, amerita una revisión del término Antropoceno creado por el biólogo estadounidense Eugene F. Stoermer, y popularizado por el holandés Paul Crutzen, premio Nobel de Química, con el objetivo de designar la época en la que las actividades del hombre empezaron a provocar cambios biológicos y geofísicos a escala mundial. La Unesco explica que el vocablo Antropoceno se ha conceptualizado para señalar las consecuencias que tienen en el clima y la biodiversidad tanto la rápida acumulación de gases de efecto de invernadero como los daños irreversibles ocasionados por el consumo excesivo de recursos naturales.

En este sentido, después de evidenciar que el país necesita combustibles a fin de realizar los trabajos en su diario vivir, es necesario pensar en un cambio paulatino al uso de energías limpias, las cuales existen en el mercado ecuatoriano, pero no han tenido la aceptación esperada o su divulgación ha sido muy limitada. Admitamos que el cambio climático existe, y la solución está en cada uno los ciudadanos, los cuales deberán asumir un reto con la finalidad de cambiar sus hábitos de consumo dentro de una economía racional y que cuida el medio ambiente. “Una ecología saludable es la base para una economía saludable” (Claudine Schneider).

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