De la Mente al Corazón del Consumidor / Edison Narváez Z.

Columnistas, Opinión

En un escenario cada vez más exigente, donde la economía crece, el consumo se expande y la competencia se incrementa, resulta imperativo para las empresas, fortalecer sus marcas, lograr recordación y posicionarse.  El consumidor cada vez está más expuesto a nuevos conceptos, por eso pretender conseguir que recuerden su marca es más complejo que hace unos años. Ciertamente, las marcas tienen que moverse más rápidamente si quieren estar por más tempo en la mente de la gente.

Cuando se trata de ganar presencia en la mente del consumidor se debe estar cerca de este y conocerlo a fondo, se debe llegar hasta donde el consumidor se encuentra e insertarse en su rutina diaria.  Es necesario entender que todo construye marca, desde la influencia de los medios, la sonrisa de un empleado común, hasta la manera como se envía un oficio a un proveedor o cliente.

En ésta economía de consumo que nos ha tocado vivir, en donde el aumento de la capacidad de compra es evidente, las marcas han salido ferozmente a perseguir al consumidor, por tal razón es que los presupuestos de inversión publicitaria se incrementan. Pero es muy importante conocer a clientes y  consumidores antes de definir estrategias a seguir y dar rienda suelta a la creatividad. Considerando que en éste mundo de comunicación vertiginosa en el cual nos desarrollamos, los mensajes no llegan únicamente de voz a voz, estos llegan de celular a celular.

Top of Mind, es un anglicismo  que nos ha traído el Marketing y está definido por aquella marca que primero le viene a la mente del consumidor, aunque la mención de la marca no es un indicativo ineludible que asegure la compra o adquisición del producto o servicio.

Por otro lado, es necesario destacar la necesidad de  generar la existencia de un vínculo emocional entre la marca y su público objetivo. Las grandes transnacionales lo hacen.

Cuando una marca logra ocupar un lugar en el corazón del consumidor, el Marketing hace  referencia al denominado  “Top of Heart”. Es decir que las estrategias ahora tienen que agregar valores emocionales a la marca para intentar generar lealtad del consumidor hacia un producto o servicio.

Para llegar al corazón del consumidor se debe ir más allá del conocimiento y de la preferencia, se debe  diferenciar la marca a través de atributos que provoquen afecto o pasión de manera emocional y no intelectual

Lo anterior supone que las marcas que trabajan en la mente y en el corazón de los consumidores, eventualmente establecerán una relación empática que seguramente va a traducirse en generación de ingresos para la empresa y satisfacción para clientes y consumidores.

Si bien el “Top of Mind” continúa siendo importante, ya no es fundamental o único; éste tiene que aprender a convivir  con el “Top of Heart”, y potenciarse para alcanzar los objetivos propuestos. (O)

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