Dayana a la espera de un milagro
El jueves 20 de octubre la vida cambió de manera radical para Dayana. Su sonrisa y energía contagiante quedaron en terapia intensiva luego de que un bus la atropelló.
La vida no solo cambió para la adolescente de 15 años de edad, sino para toda su familia. Sus padres están al borde de la desesperación, pero se sostienen en la fe, para ellos Dios hará el milagro y por eso piden que todos se unan en oración, porque sabe que el poder de la oración levantará a su hija y permitirá que regrese nuevamente a casa.
La justicia le ha sido esquiva
El papá, Edison Ronquillo, dijo sentirse decepcionado con la justicia porque el conductor del bus urbano está identificado e incluso retuvieron el carro y al conductor el día del accidente. “Pero por falta de pruebas lo dejaron en libertad el mismo día. Qué más prueba quieren, hay una niña que se debate entre la vida y la muerte y ellos quieren que la traiga en ataúd, para que allí si exista una prueba contundente. Solo quiero justicia y que el culpable se haga cargo de los gastos”, expresó el progenitor.
El accidente ocurrió el jueves 20 de octubre. Según relata el padre, Dayana llegó en taxi a la Unidad Educativa en Izamba y cuando se bajaron del vehículo ella empujó a su hermano menor, porque el bus no esperó que cruzaran la calle.
“El conductor iba hablando por teléfono y no se percató, sino fuera por un carro que se le cruzó en frente, ahí mismo mata a mi hija. He pedido que me den los vídeos de ese bus, pero dicen que no sirven, que están dañados. Me parece inexplicable que porten un equipo de cámaras que no funcionen. Señores de Transporte Seguro exijo que faciliten esos vídeos para que Fiscalía siga con las investigaciones”, insistió Ronquillo.
Agregó que él no está comercializando con la vida de su hija, que solo espera que el conductor sea sancionado para que se marque un precedente y sean más responsables al momento de conducir un bus, respetando todas las normas de tránsito.
Dayana ha pasado por diez operaciones. Gracias a una fundación lograron trasladarla desde el IESS de Ambato a una clínica privada en Quito, donde Edison todos los días está a la espera de ese milagro al que se aferra, para llevar a su niña a casa. Quienes puedan ayudar también en lo económico, pueden comunicarse al celular: 0998986854. (I)
