Danzantes devotos bailaron por fe  

Interculturalidad

 

La colorida pechera representa la Chacana o también conocida como Cruz Andina que está contrastada con oropel o el falso oro, al igual que de espejos. (Foto El Heraldo)

La celebración del Corpus Christi en Atahualpa es la tradición ancestral que se mantiene por la fe y devoción del pueblo que confía en el amor y protección del Cuerpo de Cristo.

La misa de Acción de Gracias en el interior de la iglesia con los fieles y disfrazados concitó el interés general. Luego los danzantes se colocaron frente a la iglesia para iniciar con los movimientos al son de tambores y flautas.

Alcaldes y priostes aportaron con dinero y buena voluntad para que la programación religiosa tuviera el brillo deseado. Es el agradecimiento a Dios por la productividad, la vida, salud y la familia unida, indicó Patricio Mayorga, presidente del GAD parroquial de Atahualpa.

“Nos presentamos ante el Dios vivo. Estoy danzando ocho años y debo completar los 12 años que es la tradición. Tengo tres hijos y les hago partícipes de la celebración religiosa para que me observen bailar en honor al Todopoderoso para que aprendan y continúen la tradición”, sostuvo el danzante Renato Quinapanta (38).

Cientos de feligreses acompañaron al recorrido de estos personajes que concitaron interés por los llamativos atavíos donde se conjugaron las creencias indígenas con las religiosas.

Pesados penachos en sus cabezas, vistosas pecheras adornadas cuidadosamente fueron características durante su sonoro paso al son de cascabeles.

La fe es el factor común que movilizó a la gigantesca celebración y que al final llenó de alegría el corazón, porque el mensaje fue de confiar siempre en Dios y mantener unidas a las familias, ya que todo lo demás llega por añadidura. (I)

 

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