Crianza Consciente / Alejandra Sánchez Psicóloga Clínica

Columnistas, Opinión

La crianza consciente es un enfoque que se centra en la conexión y la empatía entre padres e hijos para comprender sus necesidades emocionales y cognitivas y así promover su bienestar y desarrollo óptimo. El castigo, por otro lado, es una forma de disciplina punitiva que se enfoca en suprimir el mal comportamiento por medio de una reprimenda y puede afectar negativamente el desarrollo social y emocional de un niño. Un estudio científico examinó el impacto del castigo en la conducta agresiva de los niños, los resultados sugieren que el castigo aumenta la probabilidad de que desarrollen conductas agresivas en el futuro, y que la disciplina basada en el castigo puede tener efectos adversos en la salud mental de los individuos. Por otro lado, el refuerzo positivo es una forma efectiva de promover el aprendizaje y las habilidades sociales, las investigaciones muestran que los refuerzos son más efectivos que el castigo para reducir la conducta agresiva y para promover comportamientos deseables. Es importante destacar que la crianza consciente no implica la ausencia de límites y normas. De hecho, es necesario establecer límites y normas claras para que los niños y niñas puedan sentirse seguros y protegidos. Sin embargo, los mismos deben ser establecidos con la intención de promover el bienestar y desarrollo saludable, y no simplemente para reprimir comportamientos no deseados. La crianza consciente tiene múltiples beneficios para los infantes, ayuda a desarrollar habilidades sociales y emocionales, como la empatía, la resolución de conflictos y la autorregulación emocional, contribuyendo a tener relaciones interpersonales más saludables en el futuro y a manejar mejores situaciones estresantes. Además, promueve la autoestima y autoconfianza en los niños, lo que puede ser beneficioso para su éxito académico y profesional.

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