Chiquicahua, pilar de sostenibilidad hídrica y productiva 

Carrusel

El embalse Chiquicahua, ubicado al Suroeste del cantón Ambato, parroquia Pilahuín, es una de las infraestructuras más significativas en la gestión del recurso hídrico en Tungurahua. Está diseñado para el almacenamiento y distribución de agua; y, beneficiará a la agricultura y ganadería.

El prefecto Manuel Caizabanda reafirma su compromiso con el desarrollo hídrico de la provincia al referirse a la construcción del embalse Chiquicahua; pues, “la construcción es muestra del trabajo planificado y visión sostenible que tenemos para Tungurahua. Esta infraestructura permitirá optimizar la distribución del recurso hídrico, fortalecer la producción agrícola y mitigar los efectos del cambio climático”. 

La ejecución es posible con inversión de 26.6 millones de dólares financiada por el Banco de Desarrollo del Ecuador (BDE) y el Gobierno Provincial de Tungurahua. Tiene capacidad de almacenamiento de 3´065,000 metros cúbicos y altura de 39 metros.

Tiene plazo de ejecución de 1.095 días. Se prevé la puesta en marcha y funcionamiento a finales del 2026. El caudal corresponde a 822 litros por segundo y es la unificación de cuatro acequias Cunugyacu – Chimborazo, Chiquicahua, Casimiro Pazmiño y Alta San Carlos; y, cubrirá 3.600 hectáreas con proyección de ampliar a 6.000 hectáreas con la tecnificación del riego.

El proyecto es catalogado como histórico debido al impacto en las parroquias de Pilahuín, Juan Benigno Vela, Santa Rosa y Huachi, Ambato y Tisaleo. 

El reporte del supervisor y técnico de la Dirección de Recursos Hídricos y Conservación Ambiental, Darío Llamuca, señala que hasta el 31 de enero del presente año se tiene avance global es el 35 por ciento. Entre los trabajos concluidos al 100% se destacan los muros de contención y el túnel de desvío. Actualmente, se avanza en las excavaciones de la cimentación de la presa, del vertedero lateral y las estructuras de conducción hacia el tanque repartidor de caudales, mismo que permitirá entregar los caudales a las acequias promotoras del proyecto, registrándose progreso tanto en la construcción del embalse como en sus obras complementarias. 

“Gozar del agua de riego, como fuente de vida, dignifica a la población que ponen la comida en las mesas de todos los hogares”, comentó Nelly Medina, beneficiaria del proyecto. Y añade, “Chiquicahua, ha representado cambio positivo para los agricultores asegurando tener agua disponible durante todo el año y mejorando la calidad de vida”.

Chiquicahua no solo es solución hídrica sino eje para el desarrollo agrícola de Tungurahua. La obra garantizará acceso al agua para riego y contribuirá a la conservación de los ecosistemas altoandinos y al fortalecimiento de la economía local. (I) 

Deja una respuesta