Carlo Acutis / Mirian Delgado Palma

Columnistas, Opinión



Carlo Acutis, fue un niño escogido por Dios, nació en Londres en mayo de 1991, y falleció en el 2006. Pertenecía a una familia que tenía una buena posición económica. A los pocos meses de nacido el niño, sus padres decidieron fijar su lugar de residencia en Milán-Italia.

A pesar de que sus padres no eran practicantes de la Fe Católica, desde muy pequeñito en su tierno corazón comenzó a florecer el amor por Dios, y un deseo apasionado por los preceptos de la fe católica; actitud que motivó a sus padres a cultivar los actos de fe.

A los siete años comunicó a sus padres su deseo recibir el sacramento de la Primera Comunión y pudo hacerlo gracias a un permiso especial. En la vida cotidiana se desenvolvía como los demás chicos de su edad. Era un apasionado de la informática con conocimientos muy avanzados para su edad.  Italia lo ha llamado «el patrón de la web» por haberse dedicado a hablar de su fe y ayudar a los demás a través de la tecnología.

Su desbordante amor por Jesús, lo demostró a través de prácticas religiosas diarias, como asistir a Misa todos los días y realizaba adoración a Jesús presente en la Eucarística antes o después de cada misa.  Revelaba su profunda convicción por las cosas de Dios cuando decía que: “La Eucaristía es mi autopista hacia el cielo”. Somos más afortunados que los apóstoles que vivieron con Jesús hace 2000 años.

A pesar de pertenecer a una familia acomodada vivía de manera muy austera y practicaba actos de caridad. Con sus primeros ahorros compró una bolsa de dormir para un mendigo que veía siempre en su camino a misa; por la noche solía llevar comida a quienes vivían en la calle a veces parte de su propia cena.

Su amor por las cosas de Dios y su deseo vehemente de llegar con testimonios de pasajes Divinos lo llevó a utilizar sus conocimientos en informática para evangelizar, realizando una exposición sobre los milagros eucarísticos, tarea que lo cumplió durante tres años, luego de viajar por el mundo para recopilar información. “Todos nacen como originales, pero muchos mueren como fotocopias” decía alentando a cada uno a hacer brotar los dones personales que Dios le dio.

Se le atribuye un milagro a la intercesión de Acutis. Se trata de la curación milagrosa de un niño brasileño que padecía una anomalía congénita no podía dejar de vomitar. En su oración al venerable Carlo, pidió “Quiero parar de vomitar”, inmediatamente se produjo la inexplicable curación, y las pruebas médicas demostraron que estaba completamente curado. Este milagro lo llevó a su beatificación en Asís el 10 de octubre de 2020.           

Carlo había predicho su muerte pocos meses antes, cuando expresó “estoy destinado a morir”. En octubre de 2006 fue diagnosticado con leucemia fulminante. “Ofrezco al Señor los sufrimientos que tendré que padecer por el Papa y por la Iglesia, por no tener que estar en el purgatorio y poder ir directo al cielo”, dijo a sus padres. Falleció a pocos días de ser diagnosticado. A los diez años de muerto su cuerpo permanecía totalmente intacto.

Los que profesamos la Fe Católica nos sentimos muy seguros de cuáles son los caminos que debemos seguir para alcanzar el favor de Dios, mediante la práctica de su Divina palabra. Este es un testimonio más de creer en la verdad revelada. (O)

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