Calzado nacional no iguala al internacional

Ciudad

Artesanos muestran sus trabajos que no tienen etiqueta de marcas internacionales. (Foto El Heraldo)


Los artesanos del calzado no podrían competir con grandes marcas internacionales, porque en la ideología ecuatoriana, se prefiere estas marcas reconocidas, según este sector.

“Necesitamos capacitación y formación profesional en este aspecto para tener nuestra propia marca y no copiar las otras. Mucha gente, prefiere marcas reconocidas. Es la misma calidad que si tiene marca local no es demandado por los clientes, pero si le ponemos otra marca, nos compran”, mencionó Edison Javier Cando, quien enfatizó en que necesitan formación académica.

Otro problema del sector es que hacen controles solo en talleres y no en la vía pública. Para Mario Robalino, los controles que se ejecutan en el país, deberían fortalecerse para los comerciantes informales que están en las calles con productos importados y falsificaciones.

“No son originales, nosotros no hacemos réplicas, simplemente producimos nuestros zapatos que no pueden competir con marcas internacionales”, aseguró.

Además, no existiría celeridad en los casos de devolución de la mercadería, según, Patricio Chérrez, propietario de su propia marca Buffalo. “Los procesos pasan de mano en mano, cumplí entregando los requisitos con el reclamo antes de las 72 horas. Para alguno les piden facturas del cuero, de la suela, y otras materias primas. Hicieron una visita a los talleres para verificar si la mercadería es producto nacional e importado”, mencionó.

Además, los artesanos conversaron con el asambleísta Ramiro Frías, quien intentará una reunión en la asamblea Nacional con la presencia de representantes de este sector y la Dirección de Aduanas para trasladar estas quejas.

“Si no nos devuelven nuestra mercadería en 15 días, tendremos tomar otras medidas con marchas a la Gobernación y a la Dirección distrital de la Aduana. Ahora yo estoy como evasor y no es justo porque tengo marca propia”, añadió Chérrez.

Otro de los perjudicados sería Wilson Garcés, quien solo pide que les den la oportunidad de trabajar y dar trabajo a otras familias. “Nosotros dábamos trabajo a 11 personas en nuestro talles, se generaba trabajo. Como artesanos no gastamos trabajando y no es justo que nos traten como si fuéramos unos delincuentes”, indicó.

Garcés contó que actualmente tiene deuda en el banco que no puede pagar. “Son más de 7.000 dólares que hemos perdido nosotros, endeudados en materiales”, añadió. (I)

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