Buenos hábitos 

Columnistas, Opinión

Voy a iniciar esta reflexión contando una historia de una vaquita, le pido que transporte su imaginación hacia el campo. Estaba la vaquita pasteando como todas las mañanas, y a la misma hora salía en busca de agua en un estanque que permanecía siempre en el mismo lugar, esa rutina lo hacia todos los días para tomar agua.

Un día hubo una gran tormenta y todo el campo que pasteaba la vaquita se llenó de agua, después de la inundación la vaquita tenia que hacer un gran esfuerzo para llegar al tanque a hidratarse, chapoteando y realizando grandes esfuerzos, se lo hacía difícil porque el agua lo llegaba hasta la pancita, ejercicio que lo realizaba todos los días con o sin inundaciones, caminaba de regreso todos los días al lugar donde siempre pasaba seco. De pronto se van a preguntar el porque la vaquita hacia tanto esfuerzo por tomar agua de ese estanque, si en el lugar donde siempre acampaba había mucha agua a consecuencias de la inundación, sólo le costaba inclinar la cabeza y tomar el agua sin recurrir a ningún esfuerzo.

¿Sabe que me muestra con la vaca? Lo poderoso que llegan a ser los buenos hábitos; sí, la vaca tenía los hábitos de caminar todos los días al estanque. Que importante es instruir a nuestros hijos y estudiantes en el camino correcto, para que cuando sean viejos no vayan a abandonar ese camino, los hábitos que formamos en nuestras vidas van a permanecer por y para siempre.

Saben, a la edad que tengo, lamento al no haber desarrollado buenos hábitos como, por ejemplo, después de los ejercicios y o el entrenamiento deportivo, no realizaba la rutina de la “vuelta a la calma” con ejercicios de elongación o estiramientos, empecé a perder elasticidad, presencia de calambres, se me achicó el tamaño de los músculos, lo que contribuyó para tener lesiones regulares musculares y articulares.

Yo se que cuesta mucho el tomar una rutina que no fue parte de nuestros buenos hábitos, pero es el momento de empezar y desarrollar buenos hábitos con rutina diaria de ejercicios, buena alimentación, respetar las horas de sueño, organizarse correctamente su tiempo de ocio, hablar con Dios por medio de la oración, etc. 

Los Animo, que, si lo podemos hacer, los buenos hábitos son difíciles de adquirir y crear, pero sabemos que son de buena compañía y fácil vivir con ellos, permiten evitar enfermedades y mejorar la calidad de vida.  (O)

Cifam62 @yahoo.es  

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