Buenos hábitos en tiempos de pandemia / Ing. Patricio Chambers M.

Columnistas, Opinión



Hace unas semanas decíamos en este mismo espacio, que nada en este mundo es totalmente bueno ni malo, pero todo tiene su aspecto positivo. Es evidente que esta pandemia en medio de tanto dolor, también nos va dejando unas cuantas buenas lecciones.

Una de las más importantes, haber tomado conciencia real de lo maravilloso que es nuestro planeta y la naturaleza toda, de la cual ahora pareciera nos sentimos más parte que nunca.

Nos hemos dado cuenta de que el ser humano ciertamente es una creación especial, pero tan especial como lo son los animales y las plantas junto a las montañas, los ríos, los volcanes al igual que todo lo que nos rodea. Lo visible y también lo invisible a nuestros ojos.

Si verdaderamente somos conscientes de ello, entonces actuemos con coherencia y empecemos a modificar nuestros hábitos para no volver a lo de siempre. El estar en casa nos da la oportunidad de desarrollar mejores costumbres, que eviten seguir ensuciado y maltratando nuestro propio hábitat.

Empecemos por revisar el uso que hacemos por ejemplo del agua. Todos sabemos que es un recurso limitado y escaso pues apenas un 3,5% del agua del planeta es agua dulce y de ese porcentaje, el 70% está congelada en glaciares y casquetes polares por lo que únicamente el 0,025% de toda el agua de la Tierra llega a potabilizarse.

Si es así entonces ¿por qué desperdiciarla?, pongamos más atención en cómo la estamos empleando para no malgastarla pues millones de seres humanos requieren de cada una de sus gotas para continuar subsistiendo. Comprometámonos desde el lugar en el que hoy nos encontremos, a usar sólo lo indispensable del líquido elemento.

¡No ensuciemos más las quebradas!, dejemos atrás esa mala costumbre de hacer de ellas botaderos de basura, porque simplemente no lo son. De hecho, forman parte de un ecosistema que sobrepasa en mucho la condición humana para convertirse en el hogar de cientos de plantas y animales, con quienes compartimos el respirar del mismo aire.

Aprovechemos estos días en casa, para ir habituándonos y también enseñando a las nuevas generaciones sobre la importancia de separar los residuos sólidos en diferentes recipientes. Veremos entonces que gran parte de lo que llamamos basura es material reusable, por lo que no tiene sentido simplemente botarlo. Propongámonos pues, reciclar.

El no haberlo hecho ensució al planeta, que es un decir pues en realidad nosotros habitamos apenas en una capa muy delgada y superficial de la Tierra, llamada biósfera. De ahí que, de manera incomprensible, nos hemos empeñado en contaminar nuestro espacio como quien buscara envenenarse para dejar de existir.

Esta pandemia además nos ha recordado el enorme valor de cada ser humano, de la solidaridad, de la sonrisa en medio del sufrimiento, del sentido del honor y del heroísmo.

Es un llamado a cambiar nuestra antigua forma de vida. No cabe que después de todo esto, volvamos a hacer lo mismo de siempre.

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