Atención en salud o demagogia en salud / Dr. Guillermo Bastidas Tello

Columnistas, Opinión


Ventajosamente la Salud jamás será caldo de cultivo de la Demagogia ni la cuna de los politiqueros, sin embargo, en los países subdesarrollados la Salud es el germen del clientelismo político y la propaganda electorera.

Resulta pertinente citar el acápite de la declaración de Alma Ata (Declaración que se ha convertido en el mayor pronunciamiento internacional en salud que hasta hoy haya tenido. lugar en el mundo.

Allí se establece que la atención primaria es “el primer nivel de contacto de los individuos, la familia y la comunidad con el sistema nacional de salud”. El Alma Ata proclama que la atención primaria de la salud (APS) es la clave para lograr salud para todos los pueblos del mundo en el tiempo de una generación. Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud,

Alma-Ata, URSS, 6-12 de septiembre de 1978.

La Conferencia reitera firmemente que la salud, estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades, es un derecho humano fundamental y que el logro del grado más alto posible de salud es un objetivo social sumamente importante en todo el mundo, cuya realización exige la intervención de muchos otros sectores sociales y económicos, además del de la salud.

La atención de salud en América Latina ha tendido a ser organizada alrededor de tres subsectores separados y en crisis. El público u oficial, frecuentemente sectorizado en unidades de jurisdicción nacional, provincial, municipal, parroquial.  El de la seguridad social. Y el privado, con una amplia gama de provisión, desde consultorios ambulatorios hasta unidades de alta especialización.

Desgraciadamente en el Ecuador existe una grave desigualdad en el tratamiento del proceso Salud enfermedad de la población, no existe una política Social en Salud y la Política económica como presupuesto del Estado para la Salud es una calamidad.

Los Profesionales de la Salud son explotados laboralmente y se han convertido en mano de obra científica barata.

No hay la cantidad de médicos especialistas acorde a lo recomendado por la OMS y el Ministerio de Salud tampoco promueve la formación de especialistas de hecho ni de derecho.

No hay estabilidad laboral para los médicos residentes ni generales y los médicos postgradistas se convierten en médicos asistenciales que deben mendigar la enseñanza a las Universidades que les cobran la “supuesta formación”.

Entonces primero ubiquémonos, antes de decir que la SALUD YA ES DE TODOS Y TODAS. (O)

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