Analizan incremento del salario básico

La fijación del Salario Básico Unificado (SBU) en 482 dólares para el año 2026 ha generado diversas reacciones en el sector productivo de Tungurahua. Cristina Hernández, presidenta de la Cámara de Comercio de Ambato y del Consorcio de Cámaras de Tungurahua, señaló que, aunque el incremento de 12 dólares surge de un ajuste sobre la base anterior de 470 dólares, su aplicación real representa un desafío financiero para las empresas locales en un contexto de estancamiento económico territorial.
Para el sector comercial, la preocupación radica en que el valor nominal del aumento no refleja el costo real total que asume el empleador por cada trabajador. Según el análisis de la Cámara, para calcular el impacto verdadero en la nómina se debe aplicar un factor aproximado de 1,375, debido a que el incremento del básico arrastra proporcionalmente otros beneficios de ley y obligaciones patronales que encarecen la estructura de costos de contratación.
Hernández explicó que el cálculo del salario real debe incluir los décimos, las vacaciones y los aportes a la seguridad social que se derivan de este nuevo monto. Mientras que el décimo cuarto sueldo es un valor estático, el décimo tercero y las vacaciones se calculan sobre todo lo percibido en el año, incluyendo horas extras al 50% o 100%. Esto implica que el alza eleva automáticamente el costo de cada hora suplementaria trabajada.
A estas obligaciones se suma el aporte patronal al IESS, que corresponde al 12.15%, y el fondo de reserva del 8.33% que se activa a partir del mes trece de relación laboral. Actualmente, muchos empleados optan por mensualizar estos fondos, lo que incrementa la liquidez inmediata del trabajador pero exige un flujo de caja constante y más elevado por parte de las pequeñas y medianas empresas de la ciudad de Ambato.
La dirigencia gremial sostiene que la realidad macroeconómica del país no se percibe con la misma fuerza a nivel local. En la provincia, el sector comercial aún enfrenta un escenario de reactivación lenta, donde el consumo no ha alcanzado los niveles esperados. Por ello, consideran que un ajuste salarial, aunque positivo para el poder adquisitivo del empleado, presiona a los negocios que luchan por mantenerse operativos.
La presidenta del gremio enfatizó que es difícil satisfacer las expectativas de todos los sectores económicos simultáneamente, especialmente cuando persisten factores que limitan el crecimiento real del comercio minorista y la pequeña industria manufacturera en la región.
Finalmente, el sector formal de la economía hace un llamado a considerar políticas integrales que acompañen estos ajustes salariales para evitar la informalidad. La visión de los empresarios es que, más allá de la cifra fijada de 482 dólares, se requiere un entorno que facilite la sostenibilidad de los empleos para que el incremento del SBU cumpla con su objetivo de mejorar las condiciones de vida. (I)
