Alcaldes y Gobierno por la seguridad

Columnistas, Opinión

La reunión de este 2 de septiembre de 2025 en la Cancillería de Quito, entre los alcaldes de las principales ciudades ecuatorianas y representantes del Gobierno, representa un intento por forjar alianzas en medio de la crisis de seguridad que azota al país. Pabel Muñoz (Quito), Aquiles Álvarez (Guayaquil) y Christian Zamora (Cuenca) se sentaron con la canciller Gabriela Sommerfeld y otras autoridades para discutir el involucramiento del Cartel de los Soles –la poderosa red venezolana ligada al narcotráfico– en territorio ecuatoriano.

Esta cita, convocada por el Ejecutivo, servirá como antesala a la visita del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, quien llega para abordar temas de narcotráfico, migración y seguridad regional.

Los participantes coincidieron en la necesidad de trabajar unidos contra desafíos comunes, como la violencia pandillera y el crimen organizado. Álvarez, alcalde de Guayaquil –ciudad epicentro de la inseguridad–, enfatizó la unidad para enfrentar el narcotráfico, mientras Zamora de Cuenca reiteró: «Estamos unidos para hacer frente al narcotráfico».

El Gobierno, por su parte, expuso datos sobre la infiltración de carteles internacionales, y anunció una marcha en Guayaquil el 11 de septiembre para movilizar a la ciudadanía.

¿Es esta convergencia entre alcaldes de distintos espectros –Muñoz correísta, Álvarez progresista y Zamora de centro– un paso hacia la gobernabilidad?

Esta iniciativa es positiva, pero insuficiente. Ecuador necesita más que reuniones simbólicas: urge una estrategia nacional integral que incluya inversión en inteligencia, reformas judiciales y programas sociales para desarticular las raíces de la violencia en barrios marginados. Noboa debe priorizar el diálogo interno, incorporando a todos los alcaldes –no solo los de las urbes grandes– y a la AME, para evitar que la polarización correísta-noboísta profundice la crisis. Si esta reunión se traduce en acciones concretas, podría marcar un turning point; de lo contrario, será otro episodio en la crónica de un país en encrucijada, donde la seguridad sigue siendo rehén de intereses políticos. (O)

alvaro.sanchez2000@hotmail.com

Deja una respuesta