Academia de Historia celebró 116 años

Una delegación de la Casa de Montalvo estuvo presente en la ceremonia de la Academia Nacional de Historia que conmemoró este 21 de julio su aniversario número 116 con un acto solemne desarrollado en su sede, en la ciudad de Quito.
Esta institución, creada por iniciativa del arzobispo e historiador Federico González Suárez en 1908, ha sido uno de los pilares fundamentales en la construcción y preservación de la memoria histórica del Ecuador.
Carlos Miranda Torres, director general de la Casa de Montalvo, informó que el evento fue un homenaje no solo a la longevidad de la Academia, sino también al impacto que ha tenido a lo largo de más de un siglo de existencia. “Es el nervio, el conductor de todos los acontecimientos que han quedado registrados en las páginas de la historia del país”, manifestó.
Durante la ceremonia se reconoció también el legado del Libertador Simón Bolívar, al cumplirse 242 años de su natalicio, ocurrido el 24 de julio de 1783 en Caracas. La figura de Bolívar fue recordada no solo por su papel en la independencia, sino también como símbolo de los ideales republicanos que inspiraron la creación de la Academia.
En estos 116 años, la entidad ha producido cerca de 10.000 publicaciones entre libros, ensayos y documentos históricos, todos elaborados por sus miembros de número, correspondientes nacionales y extranjeros. La colección representa un acervo invaluable para investigadores, historiadores y lectores en general.
Sin embargo, Miranda Torres lamentó que, a pesar de su contribución a la cultura nacional, la Academia atraviese una constante precariedad económica. Señaló que el Estado no transfiere los fondos necesarios para su funcionamiento, obligando a la institución a recurrir a la gestión de recursos por vías alternas.
“Una institución que genera conocimiento no debería verse reducida a una posición mendicante”, enfatizó el director, quien hizo un llamado a las autoridades para que se reconozca con hechos concretos la labor intelectual que desarrolla la entidad.
El evento sirvió también para reflexionar sobre el papel de las instituciones culturales en el Ecuador actual y la urgencia de políticas públicas que garanticen su sostenibilidad. A pesar de las dificultades, la Academia continúa su labor con compromiso, manteniéndose como un faro del pensamiento histórico nacional.
Los actos culminaron con la entrega de condecoraciones a miembros destacados y la presentación de nuevas publicaciones, reafirmando el rol activo de la Academia en la vida cultural del país. (I)