Fin al sufrimiento de dos décadas

Policiales, Seguridad

El trabajo especializado de la Dirección de delitos contra la vida (Dinased) permitió esclarecer un caso de desaparición reportado en el 2004. Segundo Alonso Torres Cahuana, ciudadano ecuatoriano de aproximadamente 55 años de edad, desapareció desde el cinco de noviembre del 2004, en el sector de Izamba.

Desde ese entonces, sus familiares, amigos y allegados decidieron buscarlo por cuenta propia, considerando que el hombre era albañil y solía consumir bebidas alcohólicas.

Desde ese momento, los familiares buscaron por los alrededores y en distintos espacios, pero no lograron encontrarlo.

Sin embargo, la desaparición fue denunciada formalmente el cinco de enero del 2016, lo que activó el Protocolo de Actuación de Búsqueda e Investigación de Personas Desaparecidas. 

Desde entonces, agentes de la Dinased desplegaron un proceso minucioso que incluyó el uso de técnicas de investigación, medios tecnológicos, entrevistas, revisión documental y coordinación interinstitucional.

Jimmy Viteri, jefe de la Subzona de Tungurahua, indicó que en los meses de septiembre y octubre del 2024 se realizó la exhumación de 95 cuerpos que estaban catalogados como N.N. (sin nombre) en el Cementerio Municipal de Picaihua, en coordinación con Fiscalía y el Municipio de Ambato. 

Una vez obtenidos los perfiles genéticos, se efectuó el cotejo de ADN entre la muestra de la familiar directa, y el perfil biológico.

El informe pericial, determinó una probabilidad de parentesco del 99,99%, confirmando que los restos correspondían a Segundo Alonso Torres Cahuana. Su  localización fue oficializada el uno de diciembre del 2025.

La Policía Nacional notificó formalmente a los familiares, quienes expresaron su agradecimiento por el compromiso, cuyo trabajo constante permitió aportar verdad y respuestas tras más de dos décadas de incertidumbre y tristeza.

Nancy Torres, hija del infortunado, indicó que la búsqueda no la hizo con denuncia oficial desde el primer día de desaparición, pero luego decidieron hacerlo, ya que su padre no aparecía y quería tener respuestas.

 “Agradezco, ya que esto era vivir en la incertidumbre de no saber dónde estaba nuestro querido padre”, dijo. (I)

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