Periodistas contribuyen con la memoria colectiva

Ciudad

El cinco de enero es fecha para recordar e impulsar el periodismo, que lejos del amarillismo, muestre que la comunicación social no solo será llamado el quinto poder, sino el poder al alcance de todos. (Foto ilustrativa El Heraldo)

El Día del Periodista ecuatoriano es la fecha histórica que invita a reflexionar sobre el protagonismo del profesional y aporte en la sociedad; pero también, envuelve de añoranzas mediante el recorrido imaginario por las aulas universitarias, quizás en la cabina de grabación de la radio o set de televisión; y, ahora en los estudios de los medios digitales.

La libreta, el esfero, la grabadora aún siguen siendo parte de las herramientas para recopilar la información; sin olvidarse de la cámara fotográfica; pero ahora, los nuevos modelos de reportería se suman a las formas de conectarse con la audiencia, porque “en el periodismo, la forma en que se presenta la información es tan importante como el contenido mismo”, reflexionan desde la Fundación Gabo.

A decir de Mónica González, periodista y corresponsable del Consultorio Ético de la Fundación Gabo, “la forma de combatir el poder real, que señala al periodismo como enemigo, es siendo periodista a secas, mostrando los hechos”.

Se señala que el periodismo puede desentrañar los miedos colectivos, pero también ha dejado huellas con investigaciones que han sumado a la transparencia o simplemente han contribuido para evidenciar la corrupción.

Tras las huellas de Eugenio Espejo, el periodista ecuatoriano busca llevar la evidencia informativa a una sociedad sedienta de transparencia, donde los valores y principios como la honestidad, se van perdiendo”, señala Marcelo Mejía, analista económico de la localidad.  

Y añade, “justamente en nuestro país plagado de corrupción e inseguridad, el periodista juega el papel más importante y probablemente el más peligroso:  decir la verdad!, y comunicarla a la comunidad; es por tanto digno de aplaudir el rol del periodismo, que de manera implacable nos abre los ojos a la autenticidad de los hechos”.

Mientras que, Cristian Alarcón, periodista, escritor y director de la Revista Anfibia, señala que “el cronista debe lanzarse a las calles, para sentir, respirar, oler, escuchar…dejarse perder en la ciudad. Debe experimentarlo todo, conocerlo todo, fundirse con todo para después resumirlo al lector”.

Otra mirada surgió a raíz de la pandemia del Covid 19, “el ejercicio periodístico enfrenta nuevos desafíos, convirtiéndose las plataformas digitales en la herramienta a través de la cual se  acerca la información a la población, y son la redes sociales los principales medios utilizados por la colectividad para informarse”, expresa el periodista Edison Cabrera. 

Considera que “en el escenario actual, los periodistas somos responsables de cada uno de los contenidos que generemos; pues, debemos priorizar la ética y profesionalismo, además de contrastar fuentes e investigar cada uno de los acontecimientos antes de difundirlos”,

Para el coordinador de Marketing y Comunicación de la Universidad Católica sede Ambato (Pucesa), Diego Barragán, “los factores políticos, económicos, sociales, tecnológicos, culturales, entre otros se encuentran en constante evolución y cambio. Los conocimientos, datos y resultados de estos factores se convierten a diario en herramientas de decisión y su uso responsable puede definir el éxito o fracaso de una sociedad. Es aquí donde el poder de la comunicación se hace evidente, al transmitirlos de manera clara y entendible al común ciudadano.  La comunicación con ética y profesional se convierte en responsabilidad social incalculable de gran importancia”.

Asegura que, en la actualidad, los medios han ido variando y adaptándose a los nuevos avances de la ciencia para transmitir esta información; sin embargo, los valores, la precisión y la objetividad permanecen a lo largo del tiempo y permiten tener de manera constante herramientas de enfoque que contribuyen de manera directa al caminar de la sociedad a un futuro esperanzador manteniendo vigente su memoria colectiva. (I)

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