La economía de Ecuador en 2021 / Ec. Mg. Diego Proaño PhD

Columnistas, Opinión

Al cierre del año 2021 con una pandemia al acecho, con nuevo gobierno y una crisis social e inseguridad ciudadana galopante, la economía ecuatoriana termina con algunas tareas no cumplidas. La focalización del precio de los combustibles es una de ellas, el gobierno debe dar una respuesta a una situación no clara y en espera por todos. La reforma laboral es otra, los empresarios, emprendedores, contratistas y sobre todo los inversores extranjeros se encuentran atentos a una urgente y necesaria reforma laboral que flexibilice las modalidades de contratación por supuesto sin caer en precarización. La reducción del tamaño del Estado no es nada visible, porque con un presupuesto general de 33.900 millones de USD aun no se ve ahorros de parte gubernamental, por lo pronto el sacrificio solo recae en la clase media.

Lo efectivo el haber revertido el saldo negativo permanente de la balanza comercial a 791,2’ USD (septiembre), también la inversión extranjera directa que, supero la expectativa de los 2.000 millones de USD esperados al llegar a 2.250’ USD y con una enorme expectativa por recibir 3.300 millones de USD ofrecidos por inversionistas extranjeros en foros simposios y eventos internacionales al país. Este año la economía crecerá a un ritmo de 2,8% mínimo, aumentará el PIB de 98.000 millones de 2020 a 103.000 millones de USD  en 2021, con esto se pudo recuperan unas 280.000 fuentes de empleo adecuado hasta noviembre.

Queda aún por mejorar la situación del subempleo, en donde 2.076.000 compatriotas se encuentran en esa condición, de ellos el 50% están en el mercado informal, es decir más de un millón de ecuatorianos se juegan día a día en las calles, esquinas y fueras de plazas y mercados tratando de vender algún producto. La pobreza que creció entre 2020 y 2021 de 25 a 32% y la extrema pobreza de 9,5% a 14%, entre los factores visibles, son los que el régimen debe dar una solución el próximo año. Por otro lado en campaña presidencial, Guillermo Lasso prometió que las tasas de interés bajarían, empero que la Junta de Política y Regulación Financiera presentó el 12 de diciembre pasado un nuevo mecanismo de cálculo, la reducción es muy marginal e imperceptible como para pensar en un abaratamiento del costo de la materia prima mas importante en toda actividad, el dinero.

Es fundamentar que la coyuntura internacional que aun tiene nuestro país, no se bote por la borda, con los anuncios de paros, huelgas, movilizaciones, con la falta de gobernabilidad ni acuerdos mínimos, podría terminar repercutiendo en el comportamiento de la economía a nivel interno y con la llegada de inversión extrajera a nivel externo. Por el bien del país, que nuestros gobernantes tengan mucha sabiduría para tomar las mejores decisiones y a tiempo, a todos los ecuatorianos a buscar consensos mínimos, puntos de encuentro. FELIZ AÑO 2022. (O)


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