LOS COLORES Y LA PERSONALIDAD/ Aracely Silva Cadmen

Columnistas, Opinión


Los colores forman parte de nuestra vida diaria, todas las personas nos vemos más identificados con un color que con otro, sólo detengámonos a ver el color de nuestras paredes, que color predomina en nuestro armario, a que color nos inclinamos para comprar diversos objetos, así como para decorar la casa.

Estamos definidos por colores a nuestro alrededor y siempre tendemos a sentirnos más a gusto con unos que con otros. Los colores se asocian a la personalidad de cada uno, el color influye sobre el ser humano, y es capaz de estimular o deprimir, puede crear alegría o tristeza.  Así mismo, determinados colores despiertan actitudes activas o por el contrario pasivas, algunos colores favorecen sensaciones térmicas de frío o de calor, y también podemos tener impresiones de orden o desorden.  El color, por tanto, no sólo es sensación, sino que básica y principalmente es emoción.

No obstante, las características principales de las gamas frías se relacionan con la tranquilidad, la calma, la pasividad, y en general con conceptos de moderación y poco vitales, así como con el invierno y el frío; mientras que la cálida se aprecian los efectos contrarios: vivacidad, movimiento, alegría, excitación, energía, entusiasmo, y se les relaciona con el verano y el calor.

El color morado, son ordenados, espirituales y muy sentimentales les gusta ayudar y orientar a los demás;   el color rosado suelen ser personas sensibles y emocionales, son cariñosas y amables con los demás; el color rojo son personalidades activas, fuertes, optimistas, competitivas en el trabajo, seguras de sí mismas a veces poco reflexivos; el color amarillo son creativos que mantienen el sentido de la lógica con una imaginación práctica y racional, muy críticos consigo mismos suelen saber controlar sus emociones y ser muy exigentes con las personas de su alrededor; el color verde son los relajados y entregados a los demás, les gusta estar rodeados de gente cercana y sentirse seguros y queridos; el color azul son personas tranquilas con paz interior y equilibrio, son fieles a sí mismos y no les importa lo que opine el resto de personas sobre ellos, no cambian ante las opiniones ajenas; el  marrón prefiere una vida sencilla y cómoda rodeada de sus seres queridos, no son materialistas, no necesitan estar rodeados de cosas para ser felices; el naranja son personas sociables, comprensibles y amigables siempre están todo el día moviéndose o haciendo deporte; el color gris son personas conservadoras y tranquilas, algo frías y racionales que difícilmente llegan a enfadarse.

Para concluir, diremos que existe un efecto psicológico de los colores en nuestra toma de decisiones y en la personalidad de cada individuo.

“La felicidad se parece a las corbatas; cada uno escoge el color de la suya”


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