Renovar liderazgos / Esteban Torres Cobo

Columnistas, Opinión

 

Acaba de renovar su liderazgo el Partido Popular de España. Al expresidente Mariano Rajoy lo relevará Pablo Casado, político joven y diputado en funciones que no llega a los cuarenta años. Así, Casado se suma a más liderazgos jóvenes españoles como el de Albert Rivera en Ciudadanos, el de Pablo Iglesias en Podemos y, aunque un poco más entrado en años, el del actual presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez.

¿Es un deber que jóvenes tomen el timón de organizaciones políticas o de puestos de Estado en general? La verdad no. La política vive y fluye con o sin jóvenes, pero bien se ha probado que el ímpetu nuevo puede, con constancia, tranquilidad y oportunidad, destronar con éxito viejos robles. En Italia el liderazgo también está en manos muy jóvenes. En Francia, igual. En Alemania, no. Luego de Obama, en Estados Unidos también está en los viejos.

Ahora bien, tomar la batuta a temprana edad tampoco es garantía de buen gobierno. Nuevo no siempre es mejor -al contrario de un eslogan de campaña utilizado en las elecciones seccionales ecuatorianas. Si un liderazgo joven no se acompaña de experiencia, de paciencia y de sabiduría puede fácilmente derivar en una bomba de tiempo.

En Ecuador, al menos en el plano presidencial del 2021, no parece que vayan a darse liderazgos jóvenes que puedan diputar con algún éxito el poder. En las próximas elecciones seccionales también parecería que la tónica será también a favor de liderazgos probados y con experiencia que puedan hacerse cargo, con conocimiento, de las administraciones locales y provinciales. (O)

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