Los Subsidios en el Debate / Edison Narváez Z.

Columnistas, Opinión

Sin duda un tema importante para la economía nacional es el de los Subsidios. En principio, el subsidio es una ayuda que otorga el gobierno a determinados sectores de la población para que puedan acceder a algunos bienes públicos considerados estratégicos como el combustible en el caso nuestro. Pero cuando los ingresos fiscales no son suficientes para cubrir los egresos corrientes, entonces el gobierno se ve obligado a revisar estos subsidios estatales, aunque debe quedar claro que los ingresos por concepto de ajustes a los subsidios no corrige el enorme déficit fiscal heredado.

En este año el gobierno ha previsto entregar alrededor de 4.000 millones de usd en 16 subsidios, principalmente combustibles (gasolina, diésel, gas), seguridad y desarrollo social.
El debate de los subsidios debe centrarse en el impacto social que estos generen y en el direccionamiento de los mismos y claro está que debe ser hacia los grupos más vulnerables para que estos mejoren su nivel de vida; si los subsidios no cumplen con este propósito entonces no justifican porque no habrá ningún impacto social, económico o ambiental.

En el Gobierno del Presidente Correa aprovechando la bonanza petrolera se destinaron recursos públicos en 33 subsidios, la pregunta sería que impacto social se generó, pues con los ingentes recursos recibidos lo normal hubiese sido atenuar el costo de los subsidios. Ciertamente que se emprendieron medidas como la construcción de hidroeléctricas para no depender de las térmicas que utilizan diésel, pero no hubo resultados; de la misma manera se intentó eliminar el subsidio al gas con las famosas cocinas de inducción, tampoco hubo mayor éxito.

Bien ha hecho el Gobierno actual en llamar al diálogo a empresarios y representantes sociales para debatir sobre los subsidios, lo importante es que los dineros públicos destinados a subvenciones sean dirigidos a los que menos tienen y no a sectores con altos ingresos que han utilizado el gas doméstico para fines industriales o consumos de lujo como el calentamiento de piscinas con un gas subsidiado, lo cual ciertamente ha hecho que la política de subsidios se encuentre lejana de cumplir con su objetivo original de disminuir la inequidad social.
En tal virtud, un tema que se ha debatido durante décadas necesita un análisis técnico para que se focalice y se establezca en qué condiciones y por cuánto tiempo se continuará subsidiando especialmente los combustibles.

Los Subsidios deben entenderse como un mecanismo de corto plazo que ayuden a corregir déficits fiscales dentro de una sociedad solidaria, no paternalista que luche contra la divergencia social. (O)

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