La moxibustión / Kléver Silva Zaldumbide

Columnistas, Opinión

La Medicina Tradicional China forma parte de una de las escuelas médicas universales, pero de muchísimos siglos de antigüedad. Dentro de su inocua generosidad existe una forma de aplicación complementaria a la Acupuntura en base a un elemento original llamado Moxa que deriva del termino japonés Mogusa, no son otra cosa que conos o cilindros fabricados con hojas secas y molidas de Artemisa, las cuales deben estar secas y desmenuzadas. La combustión de éstas se denomina Moxibustión.

Los antiguos médicos chinos llamaban: «El arte del fuego o técnica del fuego prolongado». Entre las más conocidas técnicas son: Con jengibre (una rebanada de jengibre de unos 0,2 cm de espesor, previamente agujereada, se le coloca luego un cono de moxa y se la enciende. Es indicado para debilidad de bazo y estómago, dolor en articulaciones, dolor abdominal, y otros síntomas de deficiencia. Con ajo, igual que con el anterior, está indicado para todos los procesos inflamatorios, infecciones dérmicas en su etapa inicial. Con sal, se llena el ombligo con sal y se coloca un cono grande de moxa y se la enciende, indicado para casos de extremidades frías, pulso débil e imperceptible, vómitos, diarreas, etc. Generalmente se aplican 3-5 conos de moxa por sesión, por punto y de 10 a 15 minutos.

Ha sido usado durante milenios de manera preventiva y curativa, tiene la función de calentar los meridianos y expeler el frío, inducir a la suave circulación del flujo energético, activación sanguínea, atenuar la tumefacción y dispersar la acumulación de factores patogénicos.

La moxibustión puede ser directa o indirecta y es utilizada en forma de conos, cigarros, en la cabeza delas agujas insertadas o como parches de calor. Directa ubicando el cono directamente sobre la piel de los puntos de acupuntura correspondientes y se enciende en la punta. Puede el calor llegar a la piel y enrojecerla y se denomina moxa directa sin cicatriz, o sea que no quema directamente ni hace llaga sobre la piel. Se va cambiando el cono a medida que se consume. Indirecta aplicando de varias maneras: Con aislante entre la piel y el cono encendido, desde una simple rodaja de ajo, jengibre o sal. También se usa la moxa envolviendo la planta en papel y dándole la forma de un puro, encendiendo el puro por el extremo y acercando al punto indicado que queramos calentar. Otro es con aguja caliente, introduciendo la moxa en la cabeza de la aguja y encendiendo un cono por los dos lados e introducirlo en el mango de una aguja para calentarla y aumentar su efectividad, esta técnica recibe también el nombre de agujas templadas.

Esta termoterapia por conducción calienta los tejidos orgánicos con fines terapéuticos mediante la aplicación sobre la piel o mucosas sin sobrepasar el límite de tolerancia calorífica de éstas, que suele ser de 42-43ºC llegando a veces hasta 46 ó 48ºC.

La moxibustión constituye uno de los métodos principales para tonificar nuestra energía y como un medio para aumentar la resistencia contra las enfermedades. Logramos un incremento en la producción de glóbulos blancos, incrementa la producción de glóbulos rojos y hemoglobina, recuentos de plaquetas y capacidad de generación de anticuerpos. Mejora la circulación sanguínea y linfática. Las personas que sufren problemas de artríticos, de circulación o frío en pies y manos pueden obtener un gran beneficio de la moxibustión. (O)

 

Medicina Integrativa Oriental

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