Integración económica provincial / Editorial

Editorial, Opinión

En los últimos tiempos ha surgido una fuerte corriente de integración económica provincial, con la participación activa de todos los sectores que generan producción en la sociedad urbana y campesina.
Hasta hace pocos años, los sectores campesino e indígena eran reacios a participar en eventos para incrementar y tecnificar la producción agropecuaria. Habían sufrido engaños y decepciones graves que crearon el ambiente de desconfianza y temor.

Varias instituciones extranjeras dedicadas al servicio de las actividades del campo incursionaron, de a poco, con demostraciones positivas de trabajo, ayuda y entrega de recursos técnicos y económicos. También los ministerios gubernamentales entraron en este positivo accionar con asesoramiento técnico. Esta actividad conjunta, a lo largo de los años, ha comenzado a producir resultados favorables a la gente que labora el campo.

La reacción de campesinos e indígenas ha consolidado el verdadero valor de sus específicas actividades productivas. Se ha fortalecido la autoestima en estas personas que son parte fundamental del desarrollo nacional; sin su valioso aporte no podría hacerse realidad el afianzamiento de la economía nacional.
Todos los sectores campesinos e indígenas se esfuerzan por mejorar la productividad de sus fincas; productos con insumos agregados ofrecen a los mercados. Organizan ferias en las ciudades y recintos en las que exhiben y comercializan los productos primarios y los acabados con resultados beneficiosos para su propia economía.

Los organismos estatales deben estimular la actividad agropecuaria, dotando de agua potable y de riego suficiente, ofreciendo insumos baratos y de calidad, garantizando la comercialización sin trabas. (O)

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