Buenas señales / Esteban Torres Cobo

Columnistas, Opinión

 

La señal más importante de que Lenín Moreno quiere cambiar para bien el rumbo del Ecuador llegó esta semana. Era tan simple como eso: nombrar en la cartera más importante estos momentos a una persona de un perfil distinto al que ya se tuvo por diez años.

Nadie es mago -y peor en temas económicos-, pero los mensajes importan. También la imagen que se proyecta con cada decisión. Seguir con funcionarios sin experiencia o, peor aún, con la peor experiencia posible (como la ministra de Correa que declaró el dafault de la deuda pública y engañó a todo el mundo) no podía de ninguna forma ayudar al Ecuador en momentos críticos como los actuales.

Nombrar a un economista con trayectoria, por el contrario, es un acierto. Más aún cuando representa al gremio de los empresarios del país y tiene una visión pragmática y sensata de lo que está mal y debe ser corregido. Los mercados internacionales así lo entendieron y hablaron positivamente del Ecuador, luego de años de desconfianza y desolación.

Existe el riesgo, sin embargo, de que una desafortunada gestión no solo complique al país sino que sofoque ideas de cambio, severas y responsables, de una tendencia que no estuvo presente en el Ministerio de Economía casi once años. Sería trágico que la ciudadanía repudie ajustes necesarios y abra el camino para que vuelvan ideas tan irresponsables como las que se ejecutaron en el pasado. (O)

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