Acompañamiento espiritual y atención en el parto

Ciudad
Los parteros atienden en casas del paciente, en su domicilio o en sitios denominados sagrados. (Foto El Heraldo)

Una de las cualidades que deben cumplir los parteros, es el acompañamiento espiritual durante toda la vida del ser humano; además ayudar en la labor de parto de la madre. Para ello deben cumplir ciertos requisitos en el proceso de legitimación y reconcomiendo institucional.

El trabajo de legitimación es el reconocimiento social de los actores de la medicina ancestral (parteros) sus conocimientos, saberes y ciencia; en la que, los miembros de la comunidad en asamblea general garantizan el accionar de los parteros con base a requisitos como: Tener 10 años mínimo de experiencia, ser líder espiritual y ser reproductor de la cultura de los pueblos y nacionalidades.

El reconocimiento institucional se obtiene luego de ser legitimizado y recibir capacitación bidireccional con el funcionario del Ministerio de Salud recibiendo conocimientos de identificación de signos de alarma, manejo del recién nacido, lactancia materna, VIH, entre otros. La finalidad es que trabajen en la red de referencia y contra-referencia.

“Cuando era niña acompañaba a mi madre que visitaba a las mujeres embarazadas para ayudarlas en el parto. Cuando ella murió la gente me buscaba a mí para continuar con esta labor. Mi madre me enseñó a determinar cuando el niño está mal ubicado”, comentó Rosa Mariana Lagua Flores.

Las parteras hacen el manteo o ubicación del bebé cuando su posición no es la correcta, acomodan el útero, recetan aguas medicinales y alimentos ancestrales (remedio del campo), pero cuando detectan señales de alerta como sangrado o pies hinchados refieren al paciente al centro de salud más cercano.

Domingo Moposita de San José en Angahuana lleva 36 años dedicado a esta labor. “He aprendido de mis abuelos y suegra que era la madre de la comunidad que recorría las casas velando por la salud de las embarazadas. Aprendí con ella sobre alimentación, problemas antes, durante y después del embarazo”, relató.

Desde la década de los 80 se viene trabajando con parteros como proyecto y en 1998 se estableció como política de estado. En 2001 se conformó la Coordinación Provincial de Salud Indígena que luego se transformó en Salud Intercultural con un equipo de siete personas para identificar el desarrollo de la medicina ancestral.

“El Gobierno Provincial de Tungurahua trabaja con las parteras hace cuatro años a pedido de la Secretaría de la Unidad de Movimientos Indígenas de la provincia. Aportamos mediante el Centro de Formación Ciudadana que apoya a las parteras en su visibilización, reconocimiento, mejoramiento y perfeccionamiento”, indicó Cecilia Chacón, viceprefecta. (I)

 

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