Violencia contra mujeres dentro del crimen organizado
La Fiscalía General del Estado (FGE) ejecutó un análisis y alertó sobre la problemática que permanece en gran medida invisibilizada en la región: la violencia contra las mujeres dentro de estructuras criminales.
América Latina, una de las zonas más afectadas por el crimen organizado y con las tasas de femicidios más altas, enfrenta un escenario en el que cientos de muertes violentas de mujeres no son plenamente comprendidas ni clasificadas de forma adecuada.
Tradicionalmente, los femicidios se han asociado a agresores con vínculos íntimos, como parejas o exparejas. Sin embargo, esta clasificación deja fuera un fenómeno creciente y crítico: los femicidios no íntimos, cometidos por terceros en contextos delictivos, dentro o alrededor de organizaciones criminales.
Estos crímenes, aunque directamente relacionados con la operación de bandas y redes delictivas, suelen quedar fuera del análisis público y estadístico.
Tendencia en Ecuador
Según el informe emitido por la entidad, sobre violencia basada en género, entre enero y septiembre del 2023 se registraron 238 muertes violentas de mujeres en el país. De estas, más de 130 estuvieron vinculadas a sistemas criminales, mientras que 94 correspondieron a femicidios cometidos en relaciones íntimas.
Estos datos evidencian el impacto creciente del crimen organizado en la letalidad contra las mujeres en Ecuador. En muchos casos, la dinámica criminal, ajustes de cuentas, coerción, explotación, represalias y control territorial, se convierte en el factor principal detrás de estos asesinatos.
Alertas de la CIDH
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en su informe del 2023, también llamó la atención sobre la vulnerabilidad extrema que enfrentan mujeres, niñas y adolescentes en países como Guatemala, Honduras, El Salvador y México.
En estos territorios, las pandillas, maras y otros grupos criminales ejercen control y violencia sistemática que deriva en abusos, desapariciones, explotación y asesinatos de mujeres.
La CIDH advierte que la violencia basada en género, ejercida por estos actores delictivos, representa una amenaza creciente para la vida e integridad de miles de mujeres en la región, y demanda respuestas urgentes y coordinadas de los Estados.
Una violencia que exige ser visibilizada
La Fiscalía destaca que las muertes de mujeres relacionadas con estructuras criminales deben ser reconocidas como un fenómeno específico, distinto y creciente, que exige políticas públicas especializadas, investigaciones con enfoque de género y estrategias contundentes contra el crimen organizado.
La violencia contra mujeres dentro de estas redes criminales, hasta ahora en las sombras, emerge como una de las expresiones más graves y desafiantes para la seguridad y justicia en Ecuador y en América Latina. (I)
