Superpropagadores de la violencia

Las pandemias son detonadas por supraprogadores. El célebre escritor Malcom Gladwell explica como se extendieron las pandemias del Covid 19, los opioides e, inclusive, los suicidios, gracias a la intervención de pocos suprapagodores. En el caso del Covid, alguien infectado, que tosa, estornude o, simplemente, hable, en la medida que los aerosoles exhalados, como gotas de saliva, cargados con el virus, puedan mantenerse en el aire por más tiempo que en el caso de los aerosoles expulsados por otros infectados. En el de los opioides, los pocos médicos inclinados a recetar analgésicos, como el desaparecido OxyCotin, compuesto, entre otros elementos, de dosis de morfina y heroína, sin que les preocupen las adicciones y las muertes subsecuentes. En el de los suicidios, las muertes de los mejores, ante la posibilidad del fracaso en sociedades con una cultura homogénea, esto es, una monocultura.
El expresidente Alvaro Uribe ha señalado al presidente Petro como uno de los superprogadores de la violencia en contra de los opositores colombianos con sus discursos y mensajes cargados de odio. Atacó sin piedad al fallecido expresidente Betancourt, abuelo de Miguel Uribe, recientemente asesinado y también objeto de duras diatribas de Petro. Los violentos, después de escuchar al presidente, se debieron contagiar de ese espíritu pendenciero. Pudieron haber considerado que no era anormal acallar a un opositor.
Lo cierto es que fue asesinado una joven promesa de Colombia, el joven Senador Miguel Uribe, seguro candidato presidencial del uribismo frente a Petro. Los gatilleros apresados no han dado la información suficiente para la captura de los autores intelectuales del magnicidio. La familia de Miguel Uribe no permitió que Petro asistiera al sepelio. En cambio, dieron las facilidades para que se leyera la carta del expresidente Uribe, con las condolencias de rigor y las críticas al exguerrillero convertido en presidente.
Cuando un gobernante, con el altavoz que le da el cargo, instiga a la violencia, se sitúa al nivel de los superpropagadores de pandemias. (O)