Sacerdote vivió una odisea

Viajó el pasado martes y arribó en horas de la tarde a Guayaquil, donde se encontró con otros compañeros. Posteriormente, emprendieron su tránsito hacia Quevedo, pero el ‘Padre Chucho’ narró a Semana que, tras dos horas y media de viaje, empezó a sentir que algo malo podría ocurrir.
“Me vino un sentir con el conductor porque le dije: ‘No sé por qué sabe que pensar en la muerte da como sabiduría’”, reveló el sacerdote.
En ese momento pasó una camioneta, en la que venían alrededor de seis personas tapadas con cobijas. Luego, frenó y se atravesó en el camino del vehículo en el que venía el cura colombiano.
“Empezaron a dispararnos, nos dispararon sin parar, yo pensé que me matarían”, comentó ‘Padre Chucho’.
Sin embargo, el sacerdote narró que una tractomula apareció en la carretera y también frenó al ver a los delincuentes, entonces el carro donde venían los religiosos logró virar y escapar.
A unos cuatro kilómetros, las víctimas se encontraron con una patrulla policial, que hizo las llamadas respectivas para emprender un operativo en la zona.
Mientras tanto, el cura colombiano fue escoltado hasta Guayaquil y regresó a Colombia con la pena de no poder predicar en Quevedo.
