Riesgo país bajo significa reactivación económica 

El riego país es analizado y revisado por expertos. Los 898 puntos actuales es el más bajo desde el 2022. El riesgo país bajo representa oportunidad tanto para el sector público como para el privado, facilitando el acceso a financiamiento externo e incentivando la inversión en infraestructura y producción, señala Sebastián Amaluisa, miembro del Colegio de Economistas de Tungurahua. 

El país parece haber llegado nuevamente a estado de cierta estabilidad respecto a la visión de multilaterales, el escenario político y económico mundial, luego del proceso democrático, señala Marcelo Mejía, analista económico de la ciudad.

“Y esto en razón que, en sus momentos más críticos, bordeamos los 2000 puntos de riesgo país, lo que llevó al nerviosismo por el cual nuestros acreedores pensaron en limitarnos el acceso a nuevos créditos e incluso realizar cobros anticipados de nuestras deudas”, señala. 

Pero, “tras la posesión del presidente, este indicador cayó tres dígitos, pero ante las discrepancias políticas volvió a subir hasta colocarse en los 1098 puntos hace unos días. A la presente fecha, nos encontramos con indicador riesgo país de 898 puntos, determinándose como razones primordiales, las medidas económicas que se encuentra tomando el Gobierno para lograr orden en sus cuentas fiscales”. 

Las medidas económicas tienen relación con la creación de la tasa de fiscalización para el sector minero y la reapertura del catastro para este sector, la eliminación del subsidio al diésel para las empresas atuneras, el ajuste en la tarifa eléctrica para grupos de alto y mediano voltaje; y, el arancel al régimen Courier 4×4.

Para Sebastián Amaluisa, también tienen otras iniciativas como la Ley de Solidaridad Nacional, aprobada por la Asamblea Nacional con 84 votos a favor. Normativa, clasificada como económica urgente, cuyo objetivo principal es combatir a los grupos de delincuencia organizada vinculados con economías criminales y con el conflicto armado interno. Junto con la Ley de Inteligencia, que entró en vigor el 11 de junio de 2025. Estas medidas han generado expectativas positivas en los mercados internacionales, al interpretarse como señales del compromiso gubernamental con el fortalecimiento de la seguridad nacional y jurídica.

Para Marcelo Mejía las “medidas fueron determinantes para generar confianza en el ambiente internacional. Esto a su vez se verá transparentado en la oportunidad de nuevos créditos para el país a tasas de interés razonables y negociables en el mercado; también permitirá que esa confianza empiece a plantear la posibilidad de que empresas internacionales inviertan en Ecuador, generado fuentes de empleo, siempre y cuando desde luego, los indicadores de inseguridad y delincuencia empiecen a bajar”.

El socio del Colegio de Economistas de Tungurahua considera que el Gobierno Nacional deberá continuar implementando reformas estructurales en varios ámbitos para mantener e incluso seguir reduciendo el riesgo país. Y, cita: 

1.- Estabilidad fiscal: optimizar el gasto público sin olvidar la deuda social que el Estado tiene con la población e implementar reforma tributaria progresiva que amplie la base impositiva, evitando la evasión. 

2.    Inversión y crecimiento económico: analizar la Ley Laboral, implementar seguridad jurídica clara para inversiones e incentivar la inversión extranjera directa, en sectores con potencial de crecimiento como la agroindustria, petroquímica, farmacéutica. 

3.    Fortalecer el sistema financiero: generar mayor dinamismo de la banca pública, revisión de tasas de interés para hacer sistema financiero más accesible, especialmente para créditos productivos. 

4.    Lucha contra el crimen: combate frontal contra la delincuencia común y organizada, fortalecer las instituciones de seguridad y justicia, reformar el Código Orgánico Integral Penal. 

“A pesar de que los 898 puntos suenan bajo, seguimos teniendo indicador alto, solo superado por Venezuela y Bolivia lo que nos deja vulnerables en la percepción de los mercados internacionales. Esperemos que los próximos días este indicador continúe a la baja, pues no solo es número o cifra técnica, sino que se traduce en el costo del endeudamiento y la credibilidad en la honra de nuestras obligaciones financieras”, acota Marcelo Mejía. 

El riesgo país es indicador que refleja la percepción de los mercados internacionales sobre la estabilidad económica y política de un país, evaluando principalmente su capacidad de pago frente al financiamiento externo. Un riesgo país más bajo implica menor costo para contraer deuda, lo que representa señal de mayor confianza por parte de los inversionistas internacionales, explica Sebastián Amaluisa, miembro del Colegio de Economistas de Tungurahua. (I)