Recuerdos para mejorar / Editorial
Ambato vivió ayer una jornada de recuerdo marcada por el Terremoto de 1949, donde, en el atrio de la iglesia Catedral se recordó con imágenes la tragedia del antes y después de los ambateños, tras el sismo con epicentro en Pelileo.
Sin duda, recordar este tipo de situaciones históricas y, más aún, para los sobrevivientes que pasaron este movimiento de tierra, es una muestra de que la madre naturaleza, puede cambiar toda la dinámica cotidiana de una ciudad.
Pese a esto, es importante entender que, al tener situaciones de esta índole, nos invitan a reflexionar de lo frágil que puede ser la vida y valorarla en familia, acompañada de los seres queridos, siendo el mejor regalo que Dios le puede dar uno como ser humano.
Independientemente de la fecha histórica del movimiento telúrico, debemos estar preparados ante un sacudón como estos que, últimamente, andan pasando en otros países como lo ocurrido en Rusia días atrás. (O)