¿Por qué rechazamos la generación de empleo?

Columnistas, Opinión

Uno de los principales problemas que tuvo el Gobierno de Lasso y que le impidieron llegar a sus objetivos es la negativa que tuvo la Ley de Inversiones, la misma que contenía alianzas público-privadas, fortalecimiento del mercado de valores y la transformación digital, en ella se proponía la creación de una nueva institucionalidad para  la promoción de inversiones; sin embargo, la Asamblea Nacional la mandó a archivar dos veces; también la Corte Constitucional la negó por no considerarla de urgencia económica a pesar de que esta ley proponía un nuevos sistema de zonas francas para atraer inversión nacional y extranjera.

Estimados lectores, los efectos de la Inversión Extranjera son un mayor crecimiento económico y la generación de empleos de mayor calidad, pues las empresas multinacionales tienen una mayor productividad que las empresas nacionales; adicional los beneficios mas importantes de la inversión extranjera son de carácter indirecto como la transferencia tecnológica y el incremento de la demanda de insumos intermedios para el producto final.

El Gobierno de Lasso al presentar por tres veces la Ley de Inversiones, buscaba reactivar la economía del país; sin embargo, la Asamblea Nacional tuvo la oprobiosa decisión de bloquear y archivar la ley; especialmente la bancada antagónica de UNES (incondicionales a Correa), los legisladores de Pachakutik (adeptos de Iza) y los amigos de la Izquierda Democrática. Todos bajo el absurdo criterio de que esta Ley fomentaría la privatización de empresas públicas y favorecer al sector privado; cuando la misma ley taxativamente prohibía privatizar o enajenar activos o infraestructura pública o estatal, nueva o existente. Todo este absurdo por los intereses políticos, cuanto daño hicieron al país. Sin duda hicieron todo lo posible para impedir la generación de empleo y el crecimiento de la economía. Una ley para atracción de inversiones es un proyecto vital para cualquier país; pero la actitud beligerante de la Asamblea dos veces y de la Corte Constitucional una vez destruyeron la posibilidad de reactivar la economía.

Históricamente la Inversión Extranjera Directa ha sido esquiva en el país, con un promedio del 1% del PIB, totalmente insignificante, y mucho me temo que continuará esta tendencia mientras la política perversa no permita desarrollar la economía. De esta manera los mezquinos intereses personales y partidistas rechazan la generación de empleo en nuestro país. (O)

Deja una respuesta