Nido vacío: una nueva etapa

Columnistas, Opinión

Cuando los hijos crecen y se van de casa, muchos padres experimentan un profundo cambio emocional. 

Esta etapa, conocida como síndrome del nido vacío, se refiere al sentimiento de soledad, tristeza, miedo o incluso pérdida de propósito que puede surgir cuando los hijos dejan el hogar familiar para comenzar su vida independiente.

Es normal sentirse orgulloso del crecimiento de los hijos, pero al mismo tiempo, puedes experimentar emociones difíciles de manejar. Algunas personas se sienten solas, tristes, temerosas, irritables o con una sensación de vacío. También puede aparecer ansiedad, insomnio, falta de motivación o la sensación de no tener un rol claro en la vida. 

La rutina cambia, los silencios se hacen más evidentes y, en algunos casos, se puede llegar a una crisis emocional o de pareja si no se manejan adecuadamente los cambios.

El nido vacío no afecta a todos por igual. Para algunas personas, es una oportunidad para reconectarse consigo mismas, con su pareja o para retomar actividades que antes no podían realizar. Sin embargo, para otras, puede convertirse en una etapa difícil que afecta su salud mental y emocional.

Es importante validar tus emociones, darte permiso para sentir y adaptarte a esta nueva etapa de la vida. Mantener redes de apoyo, establecer nuevas rutinas y/o enfocarte en tus propios intereses, pueden ayudarte en el proceso.

Recuerda que no estás sola o solo en esto. Si sientes que la tristeza se vuelve abrumadora o que no puedes adaptarte al cambio, acudir a terapia psicológica es una excelente opción. Un profesional te puede acompañar y brindar herramientas para que este proceso sea más llevadero y enriquecedor. 

Papá, mamá, tu bienestar emocional también merece atención y cuidado. (O)

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