Medalla de plata para la Cultura de Ecuador en Austria

Columnistas, Opinión

“Arcoral” bajo la dirección de José Becerra y Lissette Correa lograron demostrar que cuando se tiene talento y se trabaja por un propósito definitivamente el límite es el cielo. 

A veces en Ecuador para la gestión cultural la tenemos cuesta arriba; pero, “cuando se quiere se puede” y la Cultura desde el reflejo de constituir la sangre de un pueblo, demuestra que está llena de gente increíblemente poderosa, llena de creatividad, ingenio y trabajo profesional.

La Orquesta Sinfónica Juvenil Arcoral “OSJA” de Ambato-Ecuador, logró el reconocimiento internacional de una Medalla de Plata en la participación del 11º Festival Mundial de Orquestas en Viena, logrando reflejar una preparación permanente, de alto nivel profesional, que cumple estándares importantes de calidad, demostrando un nivel de competitividad a nivel mundial que hizo quedar de la mejor manera a nuestro país en la famosa Sala Dorada del Musikverein Golden Hall en Viena, Austria.

“OSJA”, nace de la perseverancia y visión a futuro de dos jóvenes talentosos que creen que con amor y buen nivel profesional se puede llegar lejos, cumpliendo sueños y metas trazadas en cada objetivo, Lissette Correa, una jóven profesional, apasionada por la Cultura y los procesos creativos, incansable trabajadora del Arte, impulsadora de semilleros artísticos permanentes, que con su humildad, seriedad profesional y hermosa sonrisa, demuestra que la Cultura dentro de su infinita diversidad de expresiones artísticas, puede reflejar el gran poder que lleva consigo un país desde una mirada de la Identidad propia; y, José Becerra, el Director musical, a quien sólo con verle en escena, logra llenar el alma de quienes somos capaces de sentir lo que cada nota pretende transmitir al dar un concierto, al espectar toda la pasión que llevan en sus procesos de formación, al admirar cada detalle musical y visibilizar lo talentosos que son todos quienes forman parte de esta Orquesta Juvenil, como el jóven Jahir Guáitara, por ejemplo, que nos llama siempre la atención por su infinita ternura y profundo amor que siente por el piano, demostrando un talento incalculable en cada canción que comparte a su público; sólo nos queda decir que a “OSJA” le deseamos los más importantes éxitos y bendiciones, porque han logrado hacer que Ambato entero se sienta orgulloso de sus hijos nacidos para progresar.

Si nos damos cuenta como sociedades inteligentes que somos, que en nuestra ciudad existen casi 500 mil habitantes y en Tungurahua casi 800 mil, entenderemos que mientras más personas desde pequeñas estén vinculadas con procesos artísticos y culturales más desinhibidas y seguras serán esas personas que crecerán siendo sociedades dispuestas a crear el propio desarrollo que merecen.

La Cultura en Ecuador necesita mucha más atención de las Autoridades de turno, más acceso a políticas públicas que garanticen derechos colectivos, más ciudadanos consecuentes con la necesidad imperiosa de rescatar nuestra Identidad para sostener nuestras raíces, necesita más de todos nosotros en unidad.

Esperamos que cada vez hayan más éxitos para todas las Academias privadas en Ambato y Tungurahua entera, que es una provincia llena de talentos extraordinarios y que esos logros nos llenen el corazón a todos para que seamos co-responsables de apoyar estos procesos que al final, nos benefician en colectivo siempre. (O)

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