Mayo del sesenta y ocho

De nuestras entregas de sociología cultural es prudente analizar lo sucedido en París 1968 en un mes como el que transcurrimos mayo, la post guerra estaba ya definida, la vigencia de la Guerra Fría copaba la realidad social, las ciencias sociales en las universidades buscaban el camino racionalista para entender la segunda parte del siglo XX, la juventud francesa no se sentía cómoda con el papel desempeñado en la segunda guerra mundial y buscaban protagonismo.
De una discriminación de género que impedía en las universidades caminar entre las habitaciones a chicos y chicas juntos, surgió una reivindicación en la Sorbona con cuestionamientos al método vertical y rígido de los maestros, las autoridades estudiantiles lejos de entender la situación histórico social, la protesta universitaria desembocó en una huelga general cuando obreros del “Barrio latino” de Paris se sumaron y posteriormente los sindicatos pusieron en la agenda el cambio de sistema económico, lo que llegó al propio Charles De Gaulle ya envejecido el ex héroe de guerra marcaba el fin de una etapa y le nacimiento de otra. Paris se vistió de grafitis, una nueva forma de expresión de la juventud, “prohibido prohibir”, “en los exámenes respondan con preguntas”, “sean realistas: pidan lo imposible”, entre muchos otros se volvieron icónicos.
En medio de un movimiento cultural y mundial por la paz en Vietnam, al cierre del mes de mayo de aquel año se suscribieron acuerdos entre el poder público, los sindicatos, la juventud universitaria y todo regreso a tiempo regular.
Pero apenas había empezado, los efectos del “mayo del 68” produjeron una nueva forma de organización, los movimientos sociales, la agenda de todo occidente, desde la liberación femenina hasta los derechos de la naturaleza, pasando por los gobiernos estudiantiles, dominaron hasta el fin de la Modernidad a inicios de los noventas y el cambio de siglo.
La historia nos enseña a dar cuenta de contradicciones no perceptibles que se van acumulando en silencio y la humanidad los relaciona con otros para dar forma a plataformas reivindicativas que recogen generaciones superando a las anteriores, en un movimiento constante que es la vida y el desarrollo social, poniendo en la mesa de quienes hacemos la sociología cultural nuevos problemas a resolver.
“El mayo del 68 en París”, influyó también en Ecuador y en Ambato, influencias que las analizaremos en otra entrega. (O)
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