Luis Torres Carrasco y sus vivencias

En un acto que congregó a destacadas personalidades de la ciudad, se llevó a cabo la presentación oficial del libro «Ambato en la vida de Luis Torres Carrasco», una obra que profundiza en el legado y la trayectoria de uno de los alcaldes más influyentes de la capital tungurahuense. El solemne evento tuvo lugar en la histórica Casa de Montalvo de Ambato.
La jornada comenzó con la bienvenida de Carlos Miranda Torres, director general de la Casa de Montalvo, quien destacó la relevancia de la publicación para la historia local.
A continuación, el autor, Luis Fernando Torres Torres, hijo del biografiado, tomó la palabra. Inició su intervención citando al exalcalde de Jerez, Álvaro Domenic: «Tener historia es poder mirar atrás y saber cómo se hicieron las cosas,» frase que abre su obra.
Luis Fernando Torres Torres no dudó en calificar a su padre como el alcalde más sobresaliente que ha tenido Ambato en los últimos 70 años. Resaltó que Luis Torres Carrasco solo ejerció el cargo por cuatro años, entre 1970 y 1974, en una época en la que los municipios carecían de transferencias estatales y debían sostenerse únicamente con impuestos y gestiones propias.
En tan solo cuatro años y bajo condiciones económicas «paupérrimas», el exalcalde transformó la fisonomía urbana del centro de Ambato. Entre sus obras se destacan la ampliación y remodelación de la avenida Cevallos y la calle Bolívar, la culminación de la avenida 12 de Noviembre, y la construcción de la vía que conecta Miraflores con la plaza de toros, además de iniciar la ampliación de la actual avenida Bolivariana.
Luis Torres Carrasco fue elegido en 1970 con el apoyo de una gran coalición, enfrentándose a dos de los empresarios y fortunas más importantes de Ambato: César Augusto Salazar y Gabriel García Mogrovejo. El autor subrayó que la votación fue histórica para los parámetros electorales del siglo XX en la ciudad.
Un hito notable fue su renuncia a la alcaldía en agosto de 1974, a pesar de que la dictadura militar le propuso extender su mandato. «Yo recibí un mandato por cuatro años de los ambateños, ni un día más», fue su categórica respuesta, demostrando un profundo respeto por el mandato popular. Tras su salida, se reincorporó a la dirección del diario El Heraldo y a sus actividades jurídicas y empresariales.
Entre otras visiones progresistas, se recordó la incorporación de la Quinta de Juan León Mera al patrimonio municipal y la gestión para trasladar la cárcel de la calle Guayaquil, liberando el espacio para la construcción del Hotel Ambato, un proyecto clave en su programa de gobierno para impulsar el turismo.
La obra y el legado
En el posterior conversatorio, el historiador y antropólogo Fernando Endara destacó la calidad literaria de la obra, dividida en ocho capítulos (siete de autoría de Luis Fernando Torres y uno de Carlos Miranda). Endara mencionó que el texto utiliza un recurso literario de «novela polifónica» al narrar en primera persona, lo que crea un sentimiento de cercanía con el biografiado.
Por su parte, Felipe Torres Cobo, nieto del exalcalde y revisor de la obra, compartió su privilegio de haber conocido y conversado extensamente con su abuelo hasta los 25 años. Subrayó que la obra es magistral porque va más allá de los momentos de fama y fortuna, explorando aspectos personales, familiares y la profunda religiosidad de Luis Torres Carrasco, pilares fundamentales de su vida.
Finalmente, el asambleísta Esteban Torres manifestó que este tipo de «esfuerzos intelectuales» son esenciales para construir un entendimiento de la historia de Ambato. Recordó la última etapa de su abuelo, quien vivió más de 90 años y pudo observar la evolución de la ciudad y el país, desde una época con contados vehículos hasta la modernidad. El evento concluyó con la entrega de un reconocimiento a Luis Fernando Torres por parte de Fernanda Bermúdez, directora provincial del IESS Tungurahua. (I)