¡¡Las supersticiones en el ayer y en el hoy!!

Las supersticiones existen desde la edad media, cuando se estigmatizaba y se condenaba a quienes padecían alguna enfermedad creyendo supersticiosamente que eran portadores de una especie de maldición divina.
Podemos decir que las supersticiones son creencias irracionales según las cuales se considera, que un determinado comportamiento influye de alguna manera en la vida de una persona; estas creencias populares sobre la buena o mala suerte transmitidas de generación en generación, en la actualidad persisten y son objeto de debate. Las supersticiones son creencias que no están contrastadas científicamente; por ello hay que ser conscientes de que son irracionales, y que no afecte a nuestro día a día.
Quien, no ha escuchado que: nunca pases la sal de mano en mano, sino que primero la pongas sobre la mesa para que la otra persona la coja; romper un espejo o mirarse en él implica que a lo largo de 7 años la persona tendrá mala suerte; el pasar por debajo de una escalera te traerá mala suerte; el gato negro es sinónimo de que algo malo va a ocurrir; barrerse los pies la persona no se casará nunca; poner el pan boca abajo traerá mala suerte; estos son algunas de las supersticiones que generalmente escuchamos y en algunos casos nos dejamos llevar por ellos y los hacemos de manera inconsciente.
Ser supersticioso no se considera malo, en ciertos casos hay un beneficio psicológico; ya que tener la sensación de control sobre distintas situaciones, nos genera una sensación de alivio; pero siempre y cuando no llegue esto a convertirse en un trastorno obsesivo-compulsivo; llegando a quitar el mérito y se lo dan a algo que en realidad no lo tiene.
Mientras más inseguro se siente una persona más necesidad tiene de conjurar el miedo y como tal aparecen las supersticiones; debido a esta creencia irracional, pueden ver limitada gran parte su vida; pero nada que no pueda cambiar.
Comencemos con pensar de forma objetiva, cuestionando la veracidad de sus pensamientos para ayudarles a tomar conciencia de que somos los únicos capaces de guiar nuestros pasos en nuestra vida.
Generar pensamientos alternativos y buscar pruebas que nos ayuden a contrarrestar la irracionalidad de las supersticiones.
Enfrentarse progresivamente a los miedos.
Limitar el ingreso a notas, videos, e información sobre creencias y supersticiones, pues lo único que te va a ocasionar es llenarte la cabeza de ideas negativas y quitarte el poder que debes tener sobre ti.
Afianza pensamientos positivos recuerda que eres el único que tiene el poder de decidir, que es bueno o malo, y que te afecta o no.
«La superstición nace de la ignorancia y del miedo, y prospera más cuando la razón está dormida.» (O)