Las guerras y tu mundo 

Columnistas, Opinión

Desde la historia de la humanidad, se ha visibilizado que los seres humanos son conflictivos por naturaleza, las emociones se disparan como armas frías que no aprenden a medir las consecuencias cuando herimos a alguien más, sin darnos cuenta que al final, esas heridas siempre terminan devolviéndose en nuestra propia contra.

La primera guerra mundial suscitada en 1914-1918, se desarrolló involucrando a las potencias de Europa y América del Norte, entre los países más directamente afectados estuvieron Reino Unido, Francia, Rusia y Estados Unidos, denominados como Aliados; contra Alemania, Austria-Hungría y el denominado Imperio Otomano (ahora desaparecido), Imperio del que constaban ahora países como Irak, Siria, Turquía.

La segunda guerra mundial, recordamos como algo igualmente trágico, doloroso y terrible para la humanidad entera, las potencias del Eje fueron Alemania, Italia y Japón que lucharon en contra de Los Aliados que fueron el Reino Unido, Francia, Estados Unidos, la ex Unión Soviética y China. Sabemos todos que dicho conflicto bélico mundial se desató en 1939 hasta 1945 con la caída del Muro de Berlín-Alemania. Esta guerra mundial se suscitó, entre otras razones, por el famoso Tratado de Versalles, a través del cual al terminar la primera guerra mundial se le impuso a nivel internacional fuertes condiciones a Alemania, condiciones como pérdidas territoriales, restricciones militares y obligaciones financieras permanentes; otra razón por la que inició la segunda guerra mundial también fue el auge incomprensible del fascismo y nazismo en Alemania en su mayoría, sin embargo en Italia también existieron movimientos de expansión territorial, caos, muertes, injusticias y el militarismo que asfixiaba al pueblo sin dejarlos respirar paz; la gran depresión de los años 30 exacerbó la situación social y política, aceptando permanentemente, con la veña de las autoridades, el ingreso y liderazgo de grupos extremistas.

Las consecuencias usuales de las guerras, esas guerras financiadas por grupos de poder, financiadas por dictadores disfrazados de líderes sociales que no tienen ni idea de lo que significa pensar en colectivo, guerras financiadas por un poder que piensa que el dinero siempre está por sobre el ser humano; las consecuencias de esas guerras son muertes, muertes de millones de personas de distintos territorios, heridos en masa, pobreza, miseria y escasez; daños psiquiátricos en las poblaciones, dolor permanente. 

¿Tercera guerra mundial dicen por ahi? ¿Hipotético conflicto militar a gran escala? Muertes, frialdad, daños medio ambientales gravísimos a mediano y largo plazo, niños abandonados, serios y dolorosos efectos debido al “avance tecnológico” y el posible uso de armas de destrucción masiva, es decir, si pudiera ocurrir una tercera guerra mundial, será una guerra nuclear que destruiría todo a su paso.

Pensar un poco más allá, entender que no sólo somos materia, que también dentro de todos hay energía y que esa energía puede vincularnos fácilmente con algo más espiritual, es una posibilidad de pedir que en este mundo haya más luz que encienda la obscuridad que habita en la mente de algunas personas, personas que no ven más allá de sus narices y piensan que hiriendo a los demás les irá bien en su camino.

Solo podemos esperar que los terribles conflictos globales ocurridos recientemente en Siria, Ucrania, Rusia, Israel, Gaza, Estados Unidos, China, Iran, se desvanezcan pronto por el bien de la humanidad entera. (O)

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